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lunes, 24 de abril de 2017

Dime cómo catalogas la corrupción...

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Lo último en "sospechosos" de corrupción. 


Lo del P.P lleva ya camino de podredumbre total en materia de corrupción. Sobre todo vistas las costumbres de muchos de sus prohombres -y no añado promujeres dado que no sé que pasa, pero los grandes escándalos de corrupción parecen cosa de hombres- de saquear las arcas públicas de las diferentes administraciones. Algo que es extensible a otros partidos, como es el caso de Convergencia y también el PSOE; es decir, todos aquellos que han tenido la posibilidad de meter la mano. Queda por ver la actitud de aquellos que no la han tenido, pero que por sus actitudes ya apuntan maneras antes incluso de llegar al poder.
En cualquier caso no quiero entrar en valoraciones sobre la situación de quien está en el ojo de huracán, el PP, sino valorar las interpretaciones ajenas, que son muchas y muy variadas. Entre ellas las que apunto.



1. La teoría del garbanzo negro.

Es cosa de personas.
Esta interpretación es interesante. "Los partidos son buenos, pero siempre hay personas que aprovechan para medrar". Corresponde esta interpretación a los representantes de los partidos clásicos, PSOE y PP, aunque es éste el principal valedor de esta forma de entender la corrupción.

2. La teoría del partido podrido.

Es cosa del partido ajeno.
También corresponde a los partidos clásicos, siempre que se habla del contrario claro, y cuando sale a la luz algún escándalo que afecta al otro. Hay que encontrar ahora esta interpretación en el PSOE hasta que se habla de los ERES claro, en ese caso se pasa a la teoría anterior. Se apuntan a ello otros partidos de la oposición, como C´S o Podemos, aunque en estos casos la situación es más profunda.

3. La teoría del modelo perverso.

Es cosa de unas leyes insuficientes.
Defienden esta postura sectores cercanos a C´S, UPYD, también alguno del PSOE e incluso alguno en el P.P, aunque con poca fuerza. La base de la crítica está en que las leyes sobre partidos son insuficientes para controlar a los corruptos y la solución está en realizar reformas legislativas que dificulten que se puedan cometer delitos.

4. La teoría del sistema corrupto.

Es cosa de la perversión del sistema de partidos.
Habría que instalar aquí en España casi exclusivamente a Podemos-IU, así como los partidos antisistema o los de extrema derecha, que dan a coincidir en que el sistema parlamentario es el que trae de la mano la corrupción. Sólo un nuevo sistema, no se sabe cual, evitaría este tipo de actitudes tan negativas para la sociedad.

Claro que estas interpretaciones ofrecen una serie de perversiones peores incluso que la propia corrupción y son las siguientes:

1. La teoría del garbanzo negro da lugar a cierta indolencia a la hora de actuar. Sin duda, prolonga la situación de corrupción y se corre el riesgo de esclerosis del problema. Justifica la existencia de interpretaciones extremas y no beneficia la solución.

2. La teoría del otro, si cabe, es más perniciosa, pues arroja un halo de hipocresía a la política en general y justifica de nuevo que se den interpretaciones antisistémicas. Además tiene porco recorrido ya que funciona sólo hasta que descubren al partido propio en un renuncio, entonces se recurre a la interpretación del garbanzo negro.

3. La teoría de la insuficiencia legal tiene igualmente sus limitaciones, sobre todo a la hora de llevarla a la práctica, pues C´S se caracteriza por no ejercer la presión suficiente, pese a defenderla mayoritariamente. No obstante, pueden sostener gobiernos como el andaluz o el madrileño, infectados de casos de corrupción.

4. Claro que la teoría del sistema corrupto es la más peligrosa pues puede originar propuestas de sistemas alternativos que darían problemas muchos más graves que incluso la propia corrupción. Además ésta interpretación genera cierta inmunidad ante la corrupción propia, pues los partidos que la defienden pueden estar envueltos en asuntos turbios sin responsabilidades de ningún tipo. 

¿Mi planteamiento?
Creo que sólo con ver el análisis parece claro. Sólo es viable, si o si, la posición número 3, la reformista, ya que ni la 1, ni la 2 solucionan el problema y la 4 es peor que la propia enfermedad. Sin embargo, considero que la actitud del principal partido que la defiende no parece la más adecuada. ¿Dónde están las propuestas? ¿Dónde hay un planteamiento profundo de nuevo sistema legal sobre partidos que pueda dificultar al menos la corrupción? y ¿Dónde, además, hay una visión igualitaria sobre todos los partidos? Parece claro que si la corrupción es de CIU, para C´S es execrable, si es del P.P es maligna y si es del PSOE es más llevadera. Eso tampoco vale.
Solicito a C´S, y por qué no, también a PSOE y PP que pongan sobre la mesa propuestas reales, creíbles y eficaces para acabar con el problema de una forma drástica y evidente. Si no, también serán responsables de que las interpretaciones antisistema crezcan y acaben imponiéndose. Que dejen de lado cálculos electoralistas y cuestiones corporativas para acabar con la corrupción de verdad, dado que, si no lo hacen, contribuirán a acabar con el sistema. Tampoco cuesta tanto, ¿no?  
 

martes, 21 de marzo de 2017

PROHIBIDO RESPIRAR

Ha pasado el carnaval y nos encontramos en plena Cuaresma. Un carnaval que, como siempre, nos ha dejado no pocas anécdotas, la mayoría positivas, aunque, alguna, matizada en la controversia. Cabe recordar la situación por la que ha pasado un concejal socialista en el Carnaval de Villarrobledo, -de interés turístico nacional y con razón-, en el que el edil, subía a dar unos premios vestido de yihaidista, con la consiguiente desaprobación de buena parte del pueblo. Igualmente en un pueblo de Cadiz otro concejal, de Podemos, desarrollaba una boda civil. Un acto oficial ¡vestido de cura!, lo que igualmente ha generado las protestas de los sectores más conservadores del país.
Ambas anécdotas me recuerdan, otra acaecida muy cerca de la primera población y en condiciones parecidas a las de la segunda, ya que en La Roda (otra población manchega) en unos carnavales anteriores un edil dio en disfrazarse de sacerdote y de esa guisa estuvo buena parte del carnaval. Vivió tanto su papel que se le ocurrió proponerle al sacerdote real de la localidad que le permitiera realizar una misa bufa, aunque en este momento llegó donde iba, pues le costó un proceso. Recoge el caso el historiador Juan Blázquez Miguel en su libro "La inquisición en Albacete" y en efecto el organismo encargado de tramitar la demanda era la terrible inquisición española. Corría el siglo XVI.
Cinco siglos después seguro que algunos desearían que volviera la inquisición y se ponen a criticar la transgresión carnavalera, pero esto no es nuevo, como vemos. No cabe duda de que esta gente ultraconservadora no ha cambiado demasiado sus planteamientos con una idea de represión y prohibición generalizada, y justo en los momentos en los que se va a debatir la "ley mordaza", tela marinera.

La izquierda.
Claro que el progresismo seguro que se mantiene en la quintaesencia de la libertad y permite que cada cual desarrolle sus ideas más profundas sin censuras, aunque nada más lejos de la realidad. De repente encontramos nuevas polémicas y nuevos comportamientos extraños. El entorno podemita ha propuesto que se suprima la misa de televisión española. Seguramente hay pocas cosas mas mezquinas que quitarle a viejos y enfermos la posibilidad de asistir de alguna forma a su misa semanal. Hablábamos de uno de los espacios menos vistos de la televisión, pero que de repente ha empezado a alcanzar cuotas de pantalla sin parangón. Es lo que tiene la intención de los políticos de abocarnos a la inquisición, ya religiosa, ya civil, que aspirarían a instaurar. Al fin y al cabo, tanto unos como otros manifiestan su cosmovisión inquisitorial.
Yo personalmente no voy a misa, pero lo último que se me podría pasar por la imaginación es que a mi madre le quitaran la posibilidad de hacerlo ya que no puede ir. Tanto es así que estoy pensando levantarme el domingo exclusivamente para encender la TV y posteriormente volver a acostarme para seguir durmiendo la resaca, ya que no entiendo este afán prohibicionista que nos envuelve. Y lo peor es que lo encontramos a la derecha y también a la izquierda. Lo peor seguramente sea esto ya que encontramos estas reacciones de forma transversal, acudiendo a la inquisición o bien al anticlericalismo, eternos males de la historia de España.

¿Hay quien lo entienda?
Sencillamente se nos arroja un panorama demencial, que tiene difícil explicación. Por suerte yo he encontrado una muy interesante en un artículo de opinión encontrado en el blog del periodista Juan Pina: se trata sencillamente de "ofender a los ajenos como mecanismo para reforzar la seducción de los propios". Sí, un intento de mantener viva la movilización de los acólitos y, de paso, una nueva oportunidad para hacer proselitismo desde el ataque. En efecto, actitudes propias de cualquier religión o de cualquier régimen totalitario.
Invito a todos a leer el artículo citado pues nos hará entender la situación. Posteriormente, también les invitaría a disfrazarse el próximo carnaval de algún personaje transgresor, yo ya lo he hecho en alguna ocasión. Es muy divertido. Igualmente ahora toca encender la tele los domingos y en cualquier caso recordar una de las máximas que han pervivido desde los años 60: "prohibido prohibir". Sólo así podremos mantener algo de coherencia y denunciar una de las dinámicas que más daño han hecho en la historia de este país, mezcladas con un populismo de nuevo cuño que existe en todo el orbe político nacional.

viernes, 10 de marzo de 2017

Señorías, señoríos, personas, personos y la tía Pascuala.

No quisiera insistir demasiado en este tema pues resulta tan evidente que se cae por su peso, se trata del uso integrador y no sexista de la lengua española. Algo que los políticos reclaman y utilizan con amplitud. En el mejor de los casos, con cierto abuso, desde el o la más humilde concejal o "concejala", hasta sus señorías y "señoríos", las congresistas y los "congresistos" de nuestra nación; en el peor caso, haciendo el más absoluto ridículo.

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La luz que nos guía.

Está bien que en algunos momentos del discurso pueda substituirse el género neutro por el masculino y el femenino, haciendo un guiño al uso no sexista del lenguaje, pero en sólo dos frases del encabezado de este artículo nos damos cuenta por un lado de lo ridículo que resulta el abuso y, por otro, que la práctica esconde una demagogia tremenda, pues el fin nunca puede justificar los medios y sobre todo no puede justificar la ignorancia.
La explicación gramatical al error y el supino desconocimiento de quien lo usa es que no sabe que existen tres géneros en el plural del castellano: el masculino, el femenino y el neutro. Por ejemplo, en diputados, el femenino es diputadas y el neutro diputados, que coincide en este caso con el masculino. En el lenguaje habitual, cuando nos referimos a mujeres y hombres en un conjunto, no utilizamos el masculino, sino que utilizamos el neutro, aunque en la mayoría de los casos coincide con la forma masculina acabada en -os, pero no siempre es así y aquí es donde se evidencia el ridículo y la más completa ignorancia de quien lo usa.
Veamos por ejemplo la palabra persona, cuyo masculino plural es personas, femenino plural, ídem y el neutro igualmente. En efecto, si quisiéramos hacer un uso no sexista de la lengua tal vez deberíamos hablar de personas y "personos". Igualmente ocurre en el caso de señorías, masculino, señorías, femenino y señorías, neutro. En ese caso para evitar el sexismo deberíamos hablar de señorías y "señoríos".
La lista de palabras en las que coincide femenino y neutro también es amplia: victimas, congresistas, socialistas..., pero sólo me referiré a algunos ejemplos utilizados en política, que es donde más opciones hay de reírnos. Se trata de palabras en las que coincide el neutro con el femenino y no con el masculino y por tanto suena mas evidente el ridículo de su utilización.
Más ligero es el error, pero no menor a mi juicio, cuando la forma masculina, femenina y neutra acaban en consonante, como en el caso de un juez o un concejal, recurriéndose habitualmente a feminizar la forma femenina como es el caso de las juezas y las concejalas, palabras que sencillamente a mi me suenan fatal, pero que puedo llegar a comprender que se utilicen. De nada parece haber servido el recurso que utilizábamos de pequeños para contestar a la pregunta "¿cuala?", no era otro que aludir a la siempre justiciera tía Pasquala, pues el masuclino, el femenino y el neutro son "cual" y nunca "cuala" y "cualo".
En cualquier caso queda claro que nos encontramos con unos políticos y políticas completamente analfabetos y lo que es peor los pobres ciudadanos nos lo creemos y vemos incluso justa esta utilización en vez de verla ridícula. No se trata de no erradicar comportamientos sexistas entre la población, sino de evitar hacer el ridículo con expresiones como jóvenes y "jóvenas", particulares y "particularas", ejemplares y "ejemplaras", porque en este caso, además no son ni sustantivos, sino que son adjetivos que se pueden sustantivizar y donde, de nuevo, se evidencia el error.
Por ello pediría a los señores políticos y políticas, que han de velar entre otras cosas por nuestra correcta forma de hablar, que dejen de hacer el ridículo, si no, tendremos que recurrir de vez en cuando a la tradicional superheroína de la corrección en el habla, nuestra venerada tía Pascuala.

lunes, 23 de enero de 2017

La profundidad del populismo

Recientemente tomaba posesión de su cargo el nuevo presidente de EEUU Donald Trump y su mensaje, como señalaban la mayoría de los diarios, no es otro que devolver el poder al pueblo. Para aquellos que ven en este tipo de expresiones una forma de populismo, tan similar a la pretendida en Europa misión de "empoderar" al pueblo, es un argumento a su favor y parece muy clara la similitud. No obstante no quiero empezar este artículo con prejuicios y supongo que cada uno tendrá una opinión al respecto, simplemente quiero analizar las intenciones que se ponen sobre la mesa en este nuevo mundo que se abre a nuestros ojos.
Surge, por tanto, una pregunta. ¿Lograrán los políticos que apuestan por empoderar al pueblo una fórmula institucional adecuada y un desarrollo adecuado a la noble intención de profundizar en la democracia o simplemente quedará en una promesa populista?
Insisto en que no quiero dar opinión, sino simplemente hacer observar las nuevas propuestas que hay sobre la mesa en el contexto internacional y seguiré con atención si realmente el pueblo americano acaba gobernando realmente y se produce una implementación de la calidad democrática.
Desde otra visión, puede ser en efecto una forma de acabar con las castas políticas habituales, la partitocracia, los lobbies y alguno de los otros males que aquejan al pobre mundo en el que nos encontramos. ¿Son los burócratas de Washington el auténtico problema de EEUU? y, sobre todo, ¿hay alternativa seria?.
El tiempo lo dirá y ambas preguntas se pueden extrapolar a cualquier país, por ejemplo España. ¿Devolverá alguien aquí el poder al pueblo? ¿Se lo extraerán a Madrit? Sin duda, preguntas del máximo interés.

ALTERNATIVA ECONÓMICA.
Pero no es la única cuestión que está sobre la mesa en la actualidad, pues la segunda es de tipo económico. ¿Dominará Wall Strett la economía o se impondrá un nuevo sistema más considerado con el ciudadano? Parece que el neoproteccionismo hace un atisbo de asomar frente al liberalismo global. Un capitalismo triunfante que ha sido puesto en duda por varios países y aquí hay que incluir al Reino Unido con su Brexit. De hecho, parece que la primera intención de Trump es hablar con Theresa Mey en un claro ejemplo de por donde pueden ir los tiros en materia económico. Desde luego, y aquí sí opino, el capitalismo global no parece el mejor modelo a seguir, ni es justo, pues deja fuera de inicio a no pocas personas del sistema, pero de nuevo analizo la alternativa y resulta curioso que ya plantea dejar apartado del mismo a los marginales, incluyendo cierto tufillo racista contra los hispanos, negros y mujeres. 

FRENTE A LOS PODERES INTERMEDIOS.
En cualquier caso los planteamientos novedosos de nuestro mundo van en esa línea. Primero "empoderar al pueblo" y segundo, organizar una economía que mejore su situación. ¿Será esto posible? Poco podemos predecir.
La historia, si es que pudiera hablar, no ha ofrecido ejemplos claros de que ninguna alternativa de dar el poder al pueblo haya superado a la democracia parlamentaria. Ya los fascismos y los comunismos se enfrentaron al parlamentarismo y los resultados fueron los que fueron. No sé hasta que punto Trump es antiparlamentario, pero sí que abomina de los poderes fácticos, CIA, think thanks, prensa, etc,etc.
Eso en el norte ya que en el sur y mas recientemente los populismos sudamericanos han creado una ilusión de empoderamiento que para algunos es ejemplar y para otros sencillamente un desastre. De nuevo, que cada uno opine.


De momento son experimentos, propuestas; habrá que ver como se implementan. Claro que del mismo modo habrá que estar vigilantes y aspirar a que aspectos de la democracia, como la oposición o la prensa, funcionen y no sean acallados.
Sin embargo, la cuestión es más profunda, ya que no interesa tanto saber si funciona una legislatura o si los gobernados viven mejor temporalmente. Lo verdaderamente importante es saber si nos acercamos a un nuevo orden mundial, con los dos aspectos anunciados como destacados: democracias más populares y economías más cerradas. En última instancia, un mundo de países más cerrados. Si no acaban de implementarse estas premisas, sí que sabremos con seguridad de que se trataba de populismo.
Desde otra perspectiva, un aumento del poder y una limitación de contrapoderes. El reforzamiento del poder. Poder fuerte, una suerte de empoderamiento y economías cerradas. ¿Es ese el futuro de las naciones?

jueves, 30 de junio de 2016

10 síntomas de que estás enfermo de "populismo"

1. Acudes a remedios mágicos, tales como artículos en forma de lista.

Sí, como éste.
Debes de saber en primer lugar que es difícil que existan soluciones simples a problemas complejos. Si realmente te preocupa el tema, debes tomar este artículo como una anécdota y no como un diagnóstico. El populismo no es una enfermedad mental ni emocional, quizá sea sólo una enfermedad social, pero está claro que afecta particularmente también al individuo. Este tipo de artículos sólo te pueden avisar, nada más. Como mucho, espero que esto te sirva para saber que tienes un problema, pero no es la solución porque la solución, como todo en esta vida, no es tan sencilla.
En cambio, tú...

2. Crees que los problemas se solucionan fácilmente.

Ahondando en el primer punto nos podemos imaginar que, si nuestros problemas son complicados de solucionar, los de las entidades de miles o millones de personas, tales como empresas o países, serían tremendamente prolijos. El principio de todos los males es la necesidad que tiene el ser humano de darse una explicación. Asumir que esta no existe es duro y genera angustia.
Sin embargo, soluciones tales como "expropiar a los ricos", "que no roben tanto los políticos" o "salirnos de Europa" no son una solución en sí misma. Si crees que acciones tan sencillas encauzarían nuestra situación la llevas clara.

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3. Existe un enemigo del país.

Aquí no hay diferencias entre populismo de izquierdas y de derechas. Ambos tienen sus propios enemigos. En algunos casos son comunes: las élites. Los ricos suelen ser el enemigo de la patria, también lo son los políticos. De hecho, el antiparlamentarismo ha sido recurrente tanto en el fascismo como en el comunismo y en los actuales populistas.
Hay otros enemigos, como los inmigrantes, que en este caso no repercute tanto en los populismos de izquierdas. La Alemania nazi rozó la perfección en esta práctica pues unió en uno a los ricos con los parias en la figura de los judíos. Se puede entender como una obra maestra, aunque si te parece así, realmente estás enfermo.

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4. Te identificas demasiado con los símbolos.

Si ves algo o a alguien luciendo símbolos que identificas con los de un movimiento populista te vuelves loco. La esvástica es el más claro ejemplo, aunque determinados colores que puedan usar fuerzas populistas o los propios símbolos también te ponen y crees que cualquiera que use tu color está haciendo un guiño a tus ideas.
Ocurre igual que cuando ves una bandera de tu país o alguien con una camiseta de tu equipo. Inmediatamente sabes que estás con alguien de los tuyos, o de forma más evidente, si alguien habla el idioma con el que se identifica un nuevo nacionalismo; pero cuidado, que quien lleva una camiseta del color de tu movimiento o habla como tú no tiene porqué ser de tu tribu. Te podrás llevar algún chasco. 

5. Crees en el mesías.

Está claro que te sientes bien con los tuyos, haces piña. Estás con tu gente. Ya sólo falta un líder conductor que aproveche las sinergias del grupo. Que dé con la clave de lo que el grupo necesita y que luego genere nuevas expectativas que sólo podrá satisfacer él. Siempre generar expectativas.
Sorprendentemente verás a increíbles personajes liderando tu tendencia. Más parecerían líderes de una secta. Sólo les falta la túnica.
Claro que la diferencia que hay entre un líder populista y uno de una secta es que el de la secta puede prometer cualquier cosa irracional, tal como un viaje final a un nuevo planeta. Tu líder no ofrece tanto, ¿o sí? ¿No da la sensación, a veces, de que los líderes populistas ofrecen viajes hacia nuevos paraísos? Ah bueno, eso tú no lo ves.

Silueta, Globo, Hombre, Humano


6. Haces campaña.

El día antes de unas elecciones te verás diciendo a todo el mundo a quien vas a votar. Te enorgulleces de tu próximo viaje espacial. Comprobarás que nadie a quien se lo digas te dirá que va a votar a un contrario. Sólo coincidirás en ilusión con gente como tú y, al encontraros varios, fiesta: la revolución es posible. ¡Por el triunfo de mañana camarada! Nuestro paraíso está cercano. Nuestro viaje a Itaca va a comenzar.
Ya previamente has contestado con orgullo a varias encuestas y respiras exultante la posibilidad de que la sociedad se vaya a transformar. La sobrexcitación ante retos políticos suele ser uno de los síntomas más propios de la enfermedad de populismo. Háztelo mirar.   

7. Sufres demasiado las derrotas de tu equipo.

Pero, ¿y si no se han conseguido colmar las expectativas halagüeñas de tu formación? Sufres, te enfadas, te decepcionas. Como mecanismo de defensa pensarás que la culpa no es tuya, ya que la mente de un enfermo de populismo se está preparando para eludir la insatisfacción. Ya sólo hay dos mundos el ideal y el real. El tuyo, que va a ser, y el real, que es. Y lo más lógico es que el real no sea bueno, dado que es lo que nos ha llevado aquí. Pero la gente no se da cuenta. Es imbécil.
Sin embargo, la decepción no es la respuesta. Sorprende la capacidad de un enfermo de populismo de retroalimentarse. Una caída sólo es el paso siguiente a un nuevo impulso en el que cada vez van a servir nuevas vías. 

Personas, Joven, Personas Sin Hogar, Pareja, Grupo
        Estáis empezando a necesitar un nuevo trampolín de acceso al poder.

8. Estás en posesión de la razón.

Y es que realmente no entienden nada. Siguen votando lo que había y lo que nos ha llevado a estar mal. Tú y tu mesías lleváis la razón y los demás están equivocados. No se dan cuenta de que nuestra patria milenaria necesita un nuevo camino. Los ilusos son los demás.
Este tipo de mecanismos es de los más peligrosos, pues genera una especie de círculo vicioso que te puede conducir a una mayor implicación emocional y a multiplicar tu frustración. Cada día te cuesta más dar la razón a otro que piense diferente, ni tan siquiera parcialmente. Es lógico, tú llevas la razón, pero toda la razón. Ves la verdad, ahí tan sencilla, y no puedes entender que otro no la vea. Habrá que prescindir de ellos. El enemigo cada vez es más real.   

9. Las vías convencionales de acceso a poder no valen.

La democracia es imperfecta y hay que buscar nuevas posibilidades de acceso al poder. Un poder que genera mecanismos que no vemos y que limitan nuestras posibilidades. Un pucherazo, una conspiración judeo-masónica, la unión de todos contra mí... Estás desarrollando una mentalidad conspiranoica y empiezas a ver legítimas otras vías de acceso al poder. Un "punch", golpe de estado, la desobediencia. Todo vale para hacer triunfar la verdad legítima. Al fin y al cabo es por el bien general y deberían estarnos eternamente agradecidos.
No sólo cada día estás más ciego, sino que no entiendes porqué los demás no lo están y aspiras a sacarle los ojos.

Señales De Tráfico, Señalización, Escudo

10. Ya no puedes salir de la secta.

Mitiga el dolor. Te hace creer. No estás preparado para asumir la vida real. Fuera, sólo hay corrupción, desigualdad, aprovechamiento social, pero en el fondo te has convertido en un cobarde y dónde crees que está la solución sólo estás creando un nuevo problema. El resto de la gente tiene los mismos problemas que tú, pues esta sociedad mezquina nos afecta a todos por igual, pero además tiene otro: el aumento del populismo. Pero este tipo de propuestas no resuelve los problemas, sólo genera unos nuevos: intolerancia, violencia, frustración.
Tú ya no estás dispuesto a afrontar tanto problema y no quieres salir de tu cascarón. Felicidades. Ya no tienes solución.


Fotografías: Pixabay.  Retratos: Leroy_Skalstad