lunes, 23 de enero de 2017

La profundidad del populismo

Recientemente tomaba posesión de su cargo el nuevo presidente de EEUU Donald Trump y su mensaje, como señalaban la mayoría de los diarios, no es otro que devolver el poder al pueblo. Para aquellos que ven en este tipo de expresiones una forma de populismo, tan similar a la pretendida en Europa misión de "empoderar" al pueblo, es un argumento a su favor y parece muy clara la similitud. No obstante no quiero empezar este artículo con prejuicios y supongo que cada uno tendrá una opinión al respecto, simplemente quiero analizar las intenciones que se ponen sobre la mesa en este nuevo mundo que se abre a nuestros ojos.
Surge, por tanto, una pregunta. ¿Lograrán los políticos que apuestan por empoderar al pueblo una fórmula institucional adecuada y un desarrollo adecuado a la noble intención de profundizar en la democracia o simplemente quedará en una promesa populista?
Insisto en que no quiero dar opinión, sino simplemente hacer observar las nuevas propuestas que hay sobre la mesa en el contexto internacional y seguiré con atención si realmente el pueblo americano acaba gobernando realmente y se produce una implementación de la calidad democrática.
Desde otra visión, puede ser en efecto una forma de acabar con las castas políticas habituales, la partitocracia, los lobbies y alguno de los otros males que aquejan al pobre mundo en el que nos encontramos. ¿Son los burócratas de Washington el auténtico problema de EEUU? y, sobre todo, ¿hay alternativa seria?.
El tiempo lo dirá y ambas preguntas se pueden extrapolar a cualquier país, por ejemplo España. ¿Devolverá alguien aquí el poder al pueblo? ¿Se lo extraerán a Madrit? Sin duda, preguntas del máximo interés.

ALTERNATIVA ECONÓMICA.
Pero no es la única cuestión que está sobre la mesa en la actualidad, pues la segunda es de tipo económico. ¿Dominará Wall Strett la economía o se impondrá un nuevo sistema más considerado con el ciudadano? Parece que el neoproteccionismo hace un atisbo de asomar frente al liberalismo global. Un capitalismo triunfante que ha sido puesto en duda por varios países y aquí hay que incluir al Reino Unido con su Brexit. De hecho, parece que la primera intención de Trump es hablar con Theresa Mey en un claro ejemplo de por donde pueden ir los tiros en materia económico. Desde luego, y aquí sí opino, el capitalismo global no parece el mejor modelo a seguir, ni es justo, pues deja fuera de inicio a no pocas personas del sistema, pero de nuevo analizo la alternativa y resulta curioso que ya plantea dejar apartado del mismo a los marginales, incluyendo cierto tufillo racista contra los hispanos, negros y mujeres. 

FRENTE A LOS PODERES INTERMEDIOS.
En cualquier caso los planteamientos novedosos de nuestro mundo van en esa línea. Primero "empoderar al pueblo" y segundo, organizar una economía que mejore su situación. ¿Será esto posible? Poco podemos predecir.
La historia, si es que pudiera hablar, no ha ofrecido ejemplos claros de que ninguna alternativa de dar el poder al pueblo haya superado a la democracia parlamentaria. Ya los fascismos y los comunismos se enfrentaron al parlamentarismo y los resultados fueron los que fueron. No sé hasta que punto Trump es antiparlamentario, pero sí que abomina de los poderes fácticos, CIA, think thanks, prensa, etc,etc.
Eso en el norte ya que en el sur y mas recientemente los populismos sudamericanos han creado una ilusión de empoderamiento que para algunos es ejemplar y para otros sencillamente un desastre. De nuevo, que cada uno opine.


De momento son experimentos, propuestas; habrá que ver como se implementan. Claro que del mismo modo habrá que estar vigilantes y aspirar a que aspectos de la democracia, como la oposición o la prensa, funcionen y no sean acallados.
Sin embargo, la cuestión es más profunda, ya que no interesa tanto saber si funciona una legislatura o si los gobernados viven mejor temporalmente. Lo verdaderamente importante es saber si nos acercamos a un nuevo orden mundial, con los dos aspectos anunciados como destacados: democracias más populares y economías más cerradas. En última instancia, un mundo de países más cerrados. Si no acaban de implementarse estas premisas, sí que sabremos con seguridad de que se trataba de populismo.
Desde otra perspectiva, un aumento del poder y una limitación de contrapoderes. El reforzamiento del poder. Poder fuerte, una suerte de empoderamiento y economías cerradas. ¿Es ese el futuro de las naciones?

jueves, 19 de enero de 2017

"Arte" del maltrato.

Tras la última noticia sobre la violencia de género habida en España con el abatimiento a tiros de un supuesto agresor en Sevilla y otros delitos recientes en el mismo sentido, me he puesto a pensar sobre el problema y a analizar la situación, lo que ha derivado en un extraño, pero creo que expresivo análisis. 
Considero que el tema que voy a abordar en este artículo es bastante polémico, pues guarda relación con una repugnante situación. Por esta razón vaya por delante mi más rotunda condena a cualquier atisbo de violencia contra la mujer y en general contra los débiles, que suelen ser quienes la sufren. Dicho esto quisiera abordar a través de algunas canciones cómo ha sido el del tratamiento de la violencia de género en el mundo del arte y en concreto dentro de la música.
Quizá nos sorprenda la retrospectiva, pero servirá para que aprendamos la lección y contribuyamos entre todos a acabar con el problema.
No hablamos de un fenómeno español, ni mucho menos, pues el tema de la violencia contra la mujer ha sido una constante en la historia de la música, pero es innegable que ha constituido un tema recurrente como inspiración y tratamiento de canciones en todos los lugares-
Se puede ver en muchas composiciones, pero por poner un ejemplo recordaré seguramente el más famoso, un tema como Hey Joe de Jimmy Hendrix, que contó la historia terrible de un hombre que acababa de matar a su mujer.
Este tema ha sido versioneado hasta la saciedad y en esta ocasión he elegido una de esas versiones, la de Willy Deville al respecto. Narra la tremenda situación de un hombre que ha asesinado a su esposa.


Y no es el único ejemplo pues otras canciones célebres que hablan en parecidos términos. Paso ya al español y a la canción número 2, con un hombre que, de nuevo, mata a su mujer y a un amigo. El preso número 9.


Y me quedo ya a España y en tiempos más recientes. Lo haré igualmente con algunas muestras de canciones que han sido grandes éxitos en la historia de la música pop en español. ¿Quién no ha cantado en alguna ocasión esta canción?


Si la analizamos, es tremenda y seguramente hoy sería impensable hacer algo así, pero las hay más profundas y sutiles. Me gustaría que se fijaran con intensidad en la letra de esta, que muchas veces no es interpretada correctamente.


Una de las estrofas, la que termina la canción viene a decir "Toma tus cuatro rosas y olvida otras cosas que te di".
Resulta curioso que ambas canciones corresponden a los 80 cuando todavía no era políticamente incorrecto escribir sobre este tema y cuando resultaba incluso recurrente.
Pero ¿qué pasa a finales de los 90?
Se observa que se produce una reacción y, si los hombres podían cantar a ciertos excesos amorosos, se empieza a tratar el tema desde otro punto de vista contra la violencia. Muy sutil.


Pero esta visión del problema empieza a ser recurrente y cada vez tratado de forma más explícita. Es este caso son las mujeres las que empiezan a tomar la voz cantante.



Claro que seguramente fue Bebe, quien más ha popularizado esta denuncia tan abierta de la situación en la que vivía la mujer.


Desde luego la selección es espectacular y todas las canciones -solo una muestra-, manifiestan una carga dramática que el tema del amor mal entendido tiene. Seguramente esa el la fuerza que las hace grandes obras maestras del pop español, pero parece clara una situación: el tema va en retroceso.
Hoy es impensable que canciones como las de los 80 tuvieran la más mínima posibilidad de convertirse en un éxito. Creo definitivamente que para bien, aunque su existencia deja de manifiesto la evolución de nuestra sociedad en los últimos 20 o 30 años.
Sólo espero que el tema acabe desterrado, como parece ser que está ocurriendo poco a poco por más que nos alarmen sucesos como el ocurrido hoy en Sevilla. Por ello me despediré con otro tema de esta última artista, que refleja el futuro, para el que quiero manifestarme optimista.