¿Por qué todos con Gamonal?
¿Qué ha pasado en Gamonal? ¿Cuáles son las claves de todo?
Es algo extraño. Nadie se termina de explicar lo que ha pasado en Gamonal y por qué pasa, como nadie se explica por qué se ha extendido el apoyo en toda España.
Y eso que las explicaciones han venido desde todos lados. Se ha hablado de la última aldea gala en resistencia contra el imperio o del inicio de una nueva revolución; aunque todo esto parece exagerado y es necesario explicar y explicarse qué es lo que trasciende a la tan protestada obra.
En teoría, se trata de una obra beneficiosa para el pueblo y que va a dar al barrio de Gamonal una habitabilidad inmejorable, con el máximo respeto y exaltación a la persona en forma de peatón, anchos espacios para andar o ir en bicicleta y calles acogedoras; en definitiva, una obra que va a acercar a Burgos al siglo 21 y que va a suponer la dinamización de un lugar en el que la crisis afecta tanto o más como al resto de España. Y lo es.
Proyecto de la obra |
¿Por qué entonces todo el barrio se ha levantado contra la decisión?
Pues hay varios factores para ello. Entre los cuales está que les va a suponer mayor coste de vida al tener que comprar plaza de parking o molestias porque será más difícil aparcar, aunque no me quedaría con estas cuestiones crematísticas, que las hay, ya que trasciende lo puramente material.
En primer lugar se ha vendido como una obra consensuada. El procedimiento ha sido la consulta a los vecinos que "mayoritariamente" han estado con la misma, exposición, licitación pública, etc, etc. Todo perfectamente legal y legítimo.
Pero es evidente que el consenso no existe cuando la mayoría del barrio está expresando su malestar por la misma. No me atrevo a decir todo el barrio porque se supone que hay muchos vecinos que han participado de esta "consulta" y han aceptado la obra.
¿Donde está el problema, entonces?
Pues seguramente en la forma que tienen los gobiernos de realizar las consultas. Sencillamente cuando se consulta a la ciudadanía no se hace para conocer las necesidades del pueblo, sino que lo que se busca es la legitimidad y la utilización de la consulta para justificar la actuación. Primera indecendia.
Segundo. Ha pasado por los trámites legales para su realización y ha supuesto un limpio ejercicio de adjudicación pública. Como todas las obras, siempre se la lleva la oferta que mejor conviene a los ciudadanos. Lo mismo que todos los puestos públicos los ocupa el más capaz y aquel que en limpia competencia ha demostrado estar más capacitado para ocupar el puesto. Por supuesto, que no ha sido designado el promotor a dedo por el alcalde, aunque, de nuevo, hay quien empieza a sospechar que no pudiera ser así del todo.
Segunda indecencia.
En tercer lugar. Podría darse el caso que la persona elegida, realmente fuera una persona filántropa, amante de su tierra y volcada por el progreso de Burgos, y no un buitre desalmado, amiguete del alcalde, buscando su propio beneficio y el incremento de su poder sobre una zona que maneja como si fuera su propio solar. De nuevo, hay quien duda de que esto fuera así.
Tercera indecencia.
Supuestamente estamos ante una obra consensuada, legal y llevada a cabo por el más capaz. Algo que, sin embargo, ponen en duda algunos periodistas y, esta vez sí, todo el barrio de Gamonal, porque incluso aquellos que estaban a favor de la obra se han sentido engañados, estafados y utilizados para llevar a cabo una auténtica aberración. Una triple indecencia, que ha llevado a todo el país a concienciarse no con una revuelta de barrio, sino con uno de los problemas que nos han llevado a la ruina, la forma de entender la política de algunos gobernantes.
Lo siguiente, la utilización de todo lo que suena a protesta por parte de la izquierda radical para iniciar no se sabe que revolución, a la que no le han llamado los burgaleses, entre otras cosas porque da alas a la justificación de la derecha, no menos radical, de que la represión es necesaria, llenando debates y tertulias programadas, para criminalizar el movimiento. Voces de sus amos, que como el Diario de Burgos siguen al servicio del poder, no se sabe bajo que interés.
Pero, de nuevo, algo parecido al espíritu del originario 15M sobrevuela sobre sus conciencias y dice que la actuación no es correcta, después volverá a adormecerse para volver a levantarse en otro lugar y otro momento ante nuevas indecencias, mientras que los ecos de una perdida izquierda intentarán sacar sus réditos. Aunque ya de por sí, eso de hablar de izquierda y derecha empieza a sonar también indecente. De hecho suena a palabrería de la de antes de la crisis.
No veo banderas |
Humildemente señores políticos, creo que al pueblo le ha sentado mejor la crisis que a ustedes que siguen con los mismos hábitos que tenían antes de su estallido y que son los que nos han llevado a ella. A ver si aprenden de una vez. Nosotros ya lo hemos hecho.Yo estoy con Gamonal, por supuesto, aunque no con la violencia y las pretensiones revolucionarias de los violentos, que me parecen ridículas. Y lo estoy porque es necesario decirles a los políticos que hay que hacer las cosas para el pueblo, pero con el pueblo. Que estamos despiertos y que ya cuesta más trabajo metérnoslas dobladas y que deberán gobernar mejor a estos tontos a los que resultaba tan fácil engañar anteriormente. Porque la apariencia de dignidad, justicia y democracia no basta y que es necesario una democracia más real. ¿Les suena?
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