jueves, 13 de marzo de 2014

Crisis económica, política y social en España.

Desde que en 2009 comenzara a fraguarse la crisis en España que lleva ya camino del quinquenio -que se dice pronto- el deterioro en el que se encuentra la sociedad española ha ido incrementándose a pasos agigantados sin que nadie haya sabido dar respuestas de lo que está pasando en realidad. Entre las explicaciones que más eco hayan podido tener han sido la de que la crisis económica ha llevado a las demás y que solventando aquella pudieran solucionarse estas -teoría liberal-, la de que con mayor democracia y control sobre los políticos pudieran solventarse todas ellas -teoría democrática- o la de que con mayor control sobre economías territoriales, pudieran solucionarse todos los problemas de los citados territorios -teorías nacionalistas-. 
Pero parece claro que las tres presentan no pocos aspectos perversos que conviene destapar.
La teoría neoliberal aboga en efecto por la recuperación económica, aunque ello suponga acabar con el estado del Bienestar y ahondar en las diferencias entre ricos y pobres. La representa el Partido Popular en el poder y, frente a ella, un partido socialista en descomposición apenas si pronuncia algunas palabras en defensa de la redistribución de la riqueza. Y no ya desde presupuestos socialdemócratas, sino asumiendo ideas redistributivas propias de la economía keynesiana, frente a los presupuestos económicos propios de la teoría imperante actual, liberal, promovida por la escuela de Chicago con Milton Frieman a la cabeza.
Por lo que respecta a la teoría democrática asistimos esperanzados a la explosión de libertad que supuso el 15M en el que la solicitud de Democracia Real constituyó una llamada de atención a los poderes públicos, además de un refuerzo de la vigilancia social hacia arriba, que ha inspirado no pocas actitudes desde entonces. Pero entonces surgió la vertiente radical y cientos de revolucionarios decimonónicos, sindicatos de clase y partidos de izquierdas se arrojaron a la calle para llevar a cabo tomas de Bastilla, revoluciones populares y no se qué otra serie de cosas sin ningún fuste y seriedad en los tiempos que corremos.
Ahora que para carencia de fuste alguno, las expresiones que pudieran ir derivadas de una mayor exigencia de autocontrol territorial como solución que han marcado algunas carreras independentistas, que, por cierto, sólo han logrado instalar el miedo en la sociedad y reforzar la legitimidad de las posiciones más centralistas.



      


Y es que, señores del 25S y de la vía catalana, no se dan cuenta que sus propuestas sólo justifican el mantenimiento de todo lo contrario, más orden y más nacionalismo central, el cual no sólo lo sufren ustedes, sino, por añadidura, todos los ciudadanos y es que los movimientos de orden son los más beneficiados de los posicionamientos radicales.
No me cabe absolutamente ninguna duda de que ni va a haber revolución social, ni va a haber independencia, por más que los sueños fanáticos de los revolucionarios les hagan levantar cada mañana con esa idea obsesiva en la cabeza. Más bien todo lo contrario pues lo que nos espera es más de lo mismo y sus planteamientos servirán de excusa para su mantenimiento y recrudecimiento.
Al margen de todo esto, apenas una idea original o instrumentos de análisis que puedan hacernos pergeñar soluciones. El refuerzo de la idea de ciudadanía, que pueden representar formaciones como UPyD o C´s se ve acallado por las luchas en los que estas formaciones se hayan envueltas por mantener vivo el puro sentido ciudadano frente a los movimientos tendentes a circunscribir a las personas al territorio propuestos por los independentistas, con lo que tampoco se pueden llegar a análisis en positivo, pues su único objetivo pasa por ser la supervivencia de algo parecido a un ciudadano, frente al sujeto adscrito al territorio, al mercado o a la utopía como mantienen las tres tesis predominantes.
En definitiva, un panorama desolador en lo referente a ideas.
Esto me ha hecho ir a buscarlas a otros lugares y por otros medios, encontrándolas curiosamente en algunos lugares como EE.UU.
Digo curiosamente, porque normalmente no se suele asociar el desarrollo de ideas sociales al territorio americano de donde, por cierto, también provienen las dos tendencias imperantes en lo económico, arriba esbozadas, aunque es normal que el antídoto pueda provenir del mismo sitio donde se halla el veneno. claro que la vía de comunicación no es la convencional, ya que frente a la palabra escrita, encontramos la palabra narrada y acompañada de imágenes, en forma de documental, que es la que está prosperando y creo que hay algunos ejemplos interesantes de ello, por lo que acompañaré el texto con tres documentales que considero altamente aconsejables.

Hablamos, entre las propuestas de la de una activista social como Naomi Kleim, en este caso canadiense, quien ha puesto de moda la teoría de la "Doctrina del Shock"
           
                                          


Naomi Kleim
Una teoría por la que precisamente se habla de la necesidad que los movimientos neoliberales tienen de que existan distorsiones sociales, económicas y políticas lo suficientemente graves para que sea justificada una actuación radical, tales como intervenciones militares, políticas de ajustes e incluso de disminución de la democracia, derivando en el fondo a la imposición de un sistema neoliberal muy profundo.
Esta politica habría alcanzado su máximo apogeo en la era Reagan-Tacher y desde entonces no habría dejado de crecer instalandose, incluso con mucha fuerza en Rusia y siendo llevada en todas las guerras posteriores a la caída del comunismo, sirvan los más recientes casos de Afganistán e Irak, aunque los precedentes cabría encontrarlos en las dictaduras chilena y argentina de los 70.

En una línea parecida Oliver Stone, nos plantea en su documental la historia no contada de Estados Unidos, y más en concreto el episodio la Era del Terror, viene a plantearnos la necesidad de nuevo de grandes catástrofes que justifiquen políticas duras. 


Claro que entre ambas visiones hay también diferencias, pues mientras que para la primera la presencia de Obama en la Casa Blanca ha supuesto cierta relajación, para Stone no hay más que continuismo y la prueba de que el poder político poco puede hacer contra el económico o el militar. Cada cual que piense lo que quiera.
Sin embargo, me quedo con la necesidad de la existencia de terror o un shock social para que puedan llevarse a cabo las políticas más inhumanas.
En nuestro país, ya el 11-M supuso un anticipo de un ejemplo de shock permitiéndose aumentar el sentido de vigilancia social y la desviación de las miradas hacia asuntos grandilocuentes, aunque incluso antes, la inexperada participación de España en la guerra de Irak pudo esconder cierta intencionalidad de colocarnos de matute una política neoimperalista.

Oliver Stone.
Poco antes de las elecciones que coincidieron con el atentado recuerdo unas palabras poco importantes del entonces candidato Zapatero a la presidencia, pero que a mi se me grabaron en la memoria, por las que aseguraba que iba "a acabar con la economía del ladrillo". Se ve que después importó poco aquello y finalmente fue la economía del ladrillo la que acabó con él. Creo que en este caso la teoría de Oliver Stone sobre Obama resultó más creíble.


Ahora el terror lo provocan movimientos callejeros revolucionarios, violentos, nacionalistas de izquierdas que están contribuyendo y, a veces hasta apoyando directamente, políticas de recortes que pasan a ser "necesarias", reforzando nuestro estado de shock. Una forma de abordar la calle equivocada que substituyó a aquella que el 15M hizo concebir como idónea y que frustró una fábrica de excelentes ideas.
En cualquier caso, reconozco que hoy en día, tanto las buenas como las malas ideas nos están viniendo de Estados Unidos, algo que no me extraña, ya que aquí seguimos anclados en la revolución proletaria, en el nacionalismo más rancio o en una extraña concepción de lo que significa el republicanismo, por citar algunos ejemplos y eso en lo que se refiere a las supuestas soluciones. Sobre las ideas malas, las que tienen los ricos para serlo todavía más, no existe ningún tipo de pudor en traerlas directamente de Estados Unidos en forma de ideas económicas imperantes.
Y aquí es donde me despido con otro consejo, perfectamente alternativo a la escuela keynesiana o a la de Chicago y, además, perfectamente asequible para cualquier conciencia. Es de Annie Leonard, otra activista americana, que desarrolla ideas muy interesantes estudiando la base de la economía capitalista, cuyo mejor conocimiento es lo único que nos puede llevar a cierto progreso.


Viene al caso porque desde mi compañía telefónica me están requiriendo que renueve mi móvil, pero creo que mi acto revolucionario del mes será seguir con el mismo que tengo que me funciona correctamente, jeje.

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