domingo, 9 de noviembre de 2014

Cataluña, la consulta surrealista.

Bueno, pues ya tenemos resultados de la surrealista "consulta" realizada en Cataluña el 9 de Noviembre, día, por cierto, de celebración de la caída de la última frontera en el resto de Europa y del Mundo. Desde luego, la inoportunidad en la elección de fechas destacadas del imaginario independentista es llamativa y ahora hay que sumar al atentado del 11-S, el 9-N, día de la caída del muro de Berlín. Supongo que será todo una casualidad, a lo que en tono más de guasa hay que unir la famosa hora de las 17:14, para realizar actos, lo que suele pillar a demasiada gente en medio de la siesta; aunque esta es opcional. El caso es cualquier persona en su sano juicio empezaría a ver cierto surrealismo en todo esto; aunque de momento tanta coincidencia sólo queda en el terreno de anécdota.
Sin embargo, se podría empezar a calificar como "chapuza" a la hora de analizar los resultados de esta forma de extraña democracia que propone la consulta. El censo no existía, no había garantías a la hora de votar y el recuento lo lleva a cabo el mismo que tiene la respuesta decidida, Si-Si y no precisamente la emperatriz. Eso en lo que se refiere a las respuestas, porque en lo que se refiere a la doble pregunta ya es capciosa: la primera introduce, de facto, tener un estado propio, y segunda, si quiere ser independiente. Cualquier pregunta de un referendum no debería exigir una interpretación, pero esta sí. ¿Qué es un estado propio no independiente? ¿Uno libre asociado, en plan Puerto Rico? ¿Uno propio de un estado confederal? ¿Federal? Definición: Chapuza surrealista.

Pasemos al terreno de los números.
Datos: indice de participación: en torno al 32%, según los organizadores, de los llamados a votar, no estando llamados a votar catalanes residentes en el resto de España, Increíble.
De éstos, más de un 80% favorables al Si-Si, es decir más de un millón seiscientas mil personas que quieren la Independencia de Cataluña, un millón ochocientos contando los de entre 16 y 18 años. Siempre según los artífices de esta chapuza, que pueden trabajar los datos como quieran y no creo que lo hayan hecho a la baja. Sin duda, labrando un país serio y con las bases sólidas para el futuro.
"El responsable soy yo"
Es decir que menos de un tercio de la población catalana con derecho a este tipo de votación quiere la Independencia de Cataluña; mucho menos que en Canadá, Escocia, Sudan del Sur, Crimea y el resto de sitios con los que los independentistas gustan compararse y con los que no. Está claro que el objetivo es otro: sentar precedentes para la independencia. Lo que en el caso de haber sido legal, se habría denominado jurisprudencia. Ese es el fin último, ¿Lo demás?, anécdotas, siempre que no hable de cosas más graves como la corrupción que se puede esconder en el trasfondo de las intenciones de todo esto y que quedan tapadas por una temporada; aunque esperemos que, alejado el fantasma del 9-N, se retomen con idéntica fuerza que en el resto del país, donde los corruptos empiezan a visitar la cárcel. Muchos queremos no sólo libertad, sino también igualdad. Algo que ni los partidarios del derecho a decidir de una parte, ni el propio gobierno español contempla, pues siempre se ampara exclusivamente en la legalidad, que también.  
Pero, por seguir con las anécdotas y alejarnos de cuestiones profundas: urnas de cartón, carencia de observadores imparciales, bueno, con una notable excepción, Pep Guardiola, metido a juez y parte en esta patochada. ¿Pero en qué mundo vivimos?
Hace unos días valoraba la necesidad de la dimisión de un político como Monago o de la Infanta Cristina por "difuminar" los ámbitos laboral y personal y, además, conllevar malos usos de fondos públicos. ¿Qué no se podrá pedir para el artífice de este esperpento?

Dimisión, juicio y, por favor, seriedad. 
Desde la fiscalía se habla de desobediencia, malversación y prevaricación, eso en el ámbito legal, A lo que en el moral cabría sumar, cobardía, al esconderse detrás de los voluntarios el día de antes; oportunismo, al aparecer a sacar pecho el día de después, cuando la cosa ha pasado sin desastres, que no con éxito, y abundancia de surrealismo con el mínimo gusto, dejando en ridículo no sólo a Cataluña, sino a toda España, que debemos de aguantar chapuza tras chapuza los desvaríos de un tipo mesiánico como Artur Más, etc, etc, etc. Estamos hartos de políticos de sainete y de charangas y panderetas.
No me cabe la excusa de que haya dos millones de personas que puedan apoyar esta locura, ni que estén bien organizados, lo mismo que no me vale que a Monago lo exculpen los millones de personas que apoyan al P.P o que a la Infanta Cristina la secunden algunos millones más de monárquicos. Así, siendo consciente de que mi opinión es contraria a la de unos cuantos de millones de personas, sumados todos los que apoyan a todos estos tipos, reitero la idea de que todos ellos deberían pasar a la historia más sórdida del surrealismo, además, en el caso de Más, por los juzgados.
Seguro que no será así y hasta puede que su efigie acabe también en el museo de historia nacional (por Cataluña), junto con el boli de la firma del decreto de referendum y una urna de cartón de las usadas en la pseudoconsulta; pero bueno, también en la población albaceteña de Ayna hay un museo a la película de José Luis Cuerda, "Amanece que no es poco" o lo que es lo mismo, un monumento al surrealismo español, del cual tenemos una última versión refinada en Cataluña. Señores, a mi me gusta mucho el surrealismo; pero en las cosas de comer todo esto no tiene cabida y lo del gobierno es, o debería ser, una cosa seria.
En fín, me gusta el titular que algunos medios han destacado de Más "El responsable soy yo" y, para terminar, sólo me queda por dedicarle una canción que espero que le guste.



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