martes, 4 de noviembre de 2014

La calefacción de la Tierra

Ya he hablado anteriormente de la corriente del Golfo, esa masa de agua caliente que sube desde el Caribe hacia el norte de Europa que produce la calefacción del Atlántico Norte, lo que provoca que el clima sea más benigno de lo que le correspondería por la latitud.
Pero no es esta la principal anomalía climática que ocurre en el planeta y probablemente la mejor conocida de las corrientes existentes sea la corriente de Humbolt o corriente del Perú, que produce que en la costa este del Pacífico Sur tenga lugar un fenómeno contrario al de la corriente del Golfo, como es la influencia de una corriente fría sobre áreas muy al norte, principalmente la costa chilena, además de Ecuador o Perú. Esto provoca el efecto contrario en el clima ya que lo enfría, provocando dificultades en la costa que baña con frío y escasez de vegetación.
Sin embargo, hay que distinguir la corriente del Golfo de la de Humbolt en varios sentidos ya que la segunda es una corriente de tipo regional, mientras que la primera pertenece a un sistema más completo que es la circulación llamada termohalina y que recorre todos los oceanos. Por increible que parezca esta circulación termohalina fluye por toda la tierra, provocando un sistema de calefacción a gran escala que calienta la superficie marina y terrestre permitiendo la habitabilidad del planeta.


Un sistema de calefacción global

Pero claro, como ocurre con los sistemas utilizados en las casas, esa calefacción tiene termostato propio y, cuando el planeta se calienta, sencillamente va dejando de funcionar -debido a una serie de mecanismos complejos relacionados con la salinidad del mar y la temperatura-, y eso es algo que está empezando a pasar como consecuencia del calentamiento global. Por desgracia, tiene una diferencia con respecto a la calefacción de casa y es que tarda mucho más en volver a encenderse y calentar, tanto como siglos; o incluso milenios si se apaga del todo. Eso significa que el frío y el hielo lo inundarían todo durante mucho tiempo, en lo que se conoce como edad del Hielo, en lo que se refiere al debilitamiento de la circulación, y glaciación, si hablamos de su interrupción completa.
Quiere esto decir, paradójicamente, que el calentamiento global traería de la mano frío extremo, lo cual es un efecto que pudiera alcanzarse próximamente en una interpretación que cada vez cobra más fuerza en la comunidad científica. De ser así, se crearían no pocos problemas a nivel mundial pues un cambio climático de esa magnitud conllevaría infinidad de problemas de tipo agrícola, económico y social a gran escala. Es por ello que hay que extremar la precaución en materia de cuidado del medioambiente, lo que pasa irremediablemente por limitar el calentamiento global, mantener la foresta, ahorrar agua, remitir la contaminación, etc, etc. Y es que, aunque se trata de mecanismos naturales, en los que influye desde el sol hasta las plantas, pasando por el mar -como vemos-, el hombre los puede acelerar con su ignorancia y dejadez. 
Así que, cuidado, que el clima está loco, loco, loco. No contribuyas a enloquecerlo aún más, jeje. 

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