Lo último en "sospechosos" de corrupción. |
Lo del P.P lleva ya camino de podredumbre total en materia de corrupción. Sobre todo vistas las costumbres de muchos de sus prohombres -y no añado promujeres dado que no sé que pasa, pero los grandes escándalos de corrupción parecen cosa de hombres- de saquear las arcas públicas de las diferentes administraciones. Algo que es extensible a otros partidos, como es el caso de Convergencia y también el PSOE; es decir, todos aquellos que han tenido la posibilidad de meter la mano. Queda por ver la actitud de aquellos que no la han tenido, pero que por sus actitudes ya apuntan maneras antes incluso de llegar al poder.
En cualquier caso no quiero entrar en valoraciones sobre la situación de quien está en el ojo de huracán, el PP, sino valorar las interpretaciones ajenas, que son muchas y muy variadas. Entre ellas las que apunto.
1. La teoría del garbanzo negro.
Es cosa de personas.
Esta interpretación es interesante. "Los partidos son buenos, pero siempre hay personas que aprovechan para medrar". Corresponde esta interpretación a los representantes de los partidos clásicos, PSOE y PP, aunque es éste el principal valedor de esta forma de entender la corrupción.
2. La teoría del partido podrido.
Es cosa del partido ajeno.
También corresponde a los partidos clásicos, siempre que se habla del contrario claro, y cuando sale a la luz algún escándalo que afecta al otro. Hay que encontrar ahora esta interpretación en el PSOE hasta que se habla de los ERES claro, en ese caso se pasa a la teoría anterior. Se apuntan a ello otros partidos de la oposición, como C´S o Podemos, aunque en estos casos la situación es más profunda.
3. La teoría del modelo perverso.
Es cosa de unas leyes insuficientes.
Defienden esta postura sectores cercanos a C´S, UPYD, también alguno del PSOE e incluso alguno en el P.P, aunque con poca fuerza. La base de la crítica está en que las leyes sobre partidos son insuficientes para controlar a los corruptos y la solución está en realizar reformas legislativas que dificulten que se puedan cometer delitos.
4. La teoría del sistema corrupto.
Es cosa de la perversión del sistema de partidos.
Habría que instalar aquí en España casi exclusivamente a Podemos-IU, así como los partidos antisistema o los de extrema derecha, que dan a coincidir en que el sistema parlamentario es el que trae de la mano la corrupción. Sólo un nuevo sistema, no se sabe cual, evitaría este tipo de actitudes tan negativas para la sociedad.
Claro que estas interpretaciones ofrecen una serie de perversiones peores incluso que la propia corrupción y son las siguientes:
1. La teoría del garbanzo negro da lugar a cierta indolencia a la hora de actuar. Sin duda, prolonga la situación de corrupción y se corre el riesgo de esclerosis del problema. Justifica la existencia de interpretaciones extremas y no beneficia la solución.
2. La teoría del otro, si cabe, es más perniciosa, pues arroja un halo de hipocresía a la política en general y justifica de nuevo que se den interpretaciones antisistémicas. Además tiene porco recorrido ya que funciona sólo hasta que descubren al partido propio en un renuncio, entonces se recurre a la interpretación del garbanzo negro.
3. La teoría de la insuficiencia legal tiene igualmente sus limitaciones, sobre todo a la hora de llevarla a la práctica, pues C´S se caracteriza por no ejercer la presión suficiente, pese a defenderla mayoritariamente. No obstante, pueden sostener gobiernos como el andaluz o el madrileño, infectados de casos de corrupción.
4. Claro que la teoría del sistema corrupto es la más peligrosa pues puede originar propuestas de sistemas alternativos que darían problemas muchos más graves que incluso la propia corrupción. Además ésta interpretación genera cierta inmunidad ante la corrupción propia, pues los partidos que la defienden pueden estar envueltos en asuntos turbios sin responsabilidades de ningún tipo.
¿Mi planteamiento?
Creo que sólo con ver el análisis parece claro. Sólo es viable, si o si, la posición número 3, la reformista, ya que ni la 1, ni la 2 solucionan el problema y la 4 es peor que la propia enfermedad. Sin embargo, considero que la actitud del principal partido que la defiende no parece la más adecuada. ¿Dónde están las propuestas? ¿Dónde hay un planteamiento profundo de nuevo sistema legal sobre partidos que pueda dificultar al menos la corrupción? y ¿Dónde, además, hay una visión igualitaria sobre todos los partidos? Parece claro que si la corrupción es de CIU, para C´S es execrable, si es del P.P es maligna y si es del PSOE es más llevadera. Eso tampoco vale.
Solicito a C´S, y por qué no, también a PSOE y PP que pongan sobre la mesa propuestas reales, creíbles y eficaces para acabar con el problema de una forma drástica y evidente. Si no, también serán responsables de que las interpretaciones antisistema crezcan y acaben imponiéndose. Que dejen de lado cálculos electoralistas y cuestiones corporativas para acabar con la corrupción de verdad, dado que, si no lo hacen, contribuirán a acabar con el sistema. Tampoco cuesta tanto, ¿no?
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