domingo, 20 de agosto de 2017

El arte de la bacinería.

Existe una palabra en el léxico castellano que es casi exclusivamente utilizada en zonas de La Mancha como es la de "bacín" y no tanto en su acepción principal como recipiente u orinal, como en la de sinónimo de la palabra "fisgón". Se trata de una palabra que ejerce una especial fascinación en todo aquél que la oye por primera vez, sirviendo a la vez de emblema del habla manchega, que suele despertar una mezcla de curiosidad e hilaridad. Y motivos tiene.  
Quizá la traducción más adecuada sería la de "metomentodo" o "sabelotodo", aunque su utilización, por lo general, no suele ser habitual en el castellano y llama mucho la atención de los que no son manchego-hablantes. No obstante, al margen de su significado literal quiero en este artículo hacer un análisis psicolingüístico -aunque poco serio, claro está- de su uso en La Mancha.
Bacín sería aquel que siente un interés especial por saberlo todo y es utilizado más bien por aquellos que la sufren y ven en esta intencionalidad una condición negativa. La "bacinería" desde luego no es una virtud, aunque en pequeños grados y aplicado a uno mismo tampoco es visto despectivamente. Yo puedo ser un poco bacín por querer opinar de todo.
Pero ha sido gracias a un personaje como "La vieja´l visillo" -que por cierto introduce otro componente lingüístico autóctono como es la utilización del genitivo manchego (apóstrofe-l) que otro día abordaré- que se ha dado a conocer el auténtico significado de la palabra bacín, en este caso bacina, como estereotipo de personaje extendido en la zona. Otros sinónimos adecuados para definirla podría ser "chismosa", "correveidile", "liante", "maledicente"... En definitiva tantos adjetivos que demuestran que no existe la palabra definitiva en castellano que defina este tipo de actitudes, aunque La Mancha aventaja a otros lugares y la tiene. Engloba todas estas acepciones. En definitiva, "bacín".

Resultado de imagen de la vieja del visillo

Pero quizá lo más curioso es que La Mancha, no sólo presenta la solución al concepto psicolingüístico, sino que, además, presenta infinidad de sinónimos y acepciones que al igual que el concepto madre, son poco conocidos en castellano.
A veces me recuerda la circunstancia que rodea a los esquimales o inuits en relación a las palabras nieve o al color blanco. Resulta que, mientras que en el resto del mundo se conoce sólo una palabra para designar nieve y una para blanco, los inuits tienen infinidad, como tipos de nieve y matices de blanco. Está claro que el entorno invita a ello pues puede ser la diferencia vital entre una zona peligrosa de hielo y una de nieve. Trasladado a las tierras manchegas, debe ser que aquí, tenemos tantos bacines que existen infinidad de formas para definirlos.
Sea como fuere presento algunas:

"Licinciao" 
Procede de la evidente deformación de la palabra licenciado y es utilizado para ese bacín que se las da de culto y sabelotodo. No obstante, a diferencia de un sabelotodo, no tiene porqué tener una vasta cultura y se aplica a personas de escaso conocimiento que se han metido donde su atrevida ignorancia les ha llevado. También se aplica despectivamente a quien ha generado un malestar con su actitud. A diferencia de bacín es siempre peyorativa.

"Metijoso", aunque en algunas zonas de Albacete puede oírse también "Metijaco"
No hay tanta cultura en el trasfondo de esta definición. Metijoso es el bacín que se mete donde no le llaman, más que donde no sabe. Si es dónde no sabe y encima ha generado conflicto recomiendo utilizar "licinciao". Si no ha generado molestia es recomendable utilizar cualquier otra acepción de la palabra bacín, por ejemplo la siguiente.

"Golismero"
Es aquél que siempre está con la onda puesta. Intentarlo saberlo todo y buscando nuevos datos escabrosos de los demás. Sería sinónimo de la palabra "fisgón", aunque más pueblerina. Proviene de una deformación de la palabra "oler".
Es muy despectiva y denota además falta de categoría y habilidades en el bacineo del calificado como tal, porque el definitiva aquél que sublima el arte de la bacinería puede establecer cierto estatus positivo. 

"Lezna"
Procede de una herramienta de carpintero especialmente punzante y capaz de llegar dónde no llega nada. Por extensión se conoce como Lezna a aquél bacín capaz de llegar a donde no llega nadie. Es como una especie de superlativo de la palabra bacín, aunque ojo, que también existe el propio superlativo dentro del concepto.

"Bacinismo" Sin -i intermedia.
Por eso ya podemos darnos cuenta de la acepción de la palabra y el significado de alguien que es bacinismo. Pues eso, un gran bacín. Es importante recordar que los manchegos somos incapaces de pronunciar la -i del superlativo, por lo que es imposible oír la palabra bacinísimo. Además, quien intentará pronunciarla pasaría inmediatamente a ser un perfecto "licinciao". Esto de la bacinería es así. "Pa ser bacín hay que saber".

"Chafardero"
Aunque está mucho más extendido que en La Mancha, chafardear es un ejercicio de bacineo ligero y sutil. De hecho proviene del catalán "safareig" que quiere decir lavadero. Proviene de la antigua costumbre de ir a lavar a las pilas comunitarias en los pueblos y, ya de paso, hacer un repaso de la actualidad informativa del lugar. La costumbre de los lavaderos comunitarios ha desaparecido, pero no el concepto. Se usa en regiones del antiguo reino de Aragón, incluidos los castellanohablantes, y también en algunos lugares de La Mancha.

"Cizañero" 
Y ya siguiendo con algún otra, más generalizadas, hablaremos del "cizañeo". En este caso su uso está más generalizado en el lenguaje español y es aquél que utiliza la maledicencia con intencionalidad exclusivamente negativa y ganas de hacer mal. Al fin y al cabo, meter cizaña. Aquí no hay posibilidades de bacinería inocente, sino que la intencionalidad dañina prima sobre la ingenuidad de un cotorro o de un simple y chafardero cotilla.

Como vemos, en las últimas frases hemos introducido algunas otros sinónimos más extendidos de la palabra, que incluso podríamos ampliar con neologismos "Cañuto", "bocachancla" etc, etc. 
Sin embargo, considero que la palabra bacín supera a todas aquellas y sublima el concepto, permitiendo incluso que uno se pueda meter a bacín y realizar un artículo como éste, pues puede servir para limitar los elementos negativos de esta actitud. Una actitud tan extendida en España que no hay más que ver el éxito de programas de televisión o revistas de información basura y cómo hay gente que logra vivir bastante bien del cotilleo propio o ajeno. Sin embargo, creo humildemente que durante años han vivido sin una herramienta lingüística tan importante como la palabra bacín.   
En cualquier caso, si se logra sublimar el arte de la bacinería y no hacer daño, no perjudicar e incluso caer simpático, uno puede llegar a ser un bacín y que no tenga significación negativa, aunque no lo recomiendo. Es tan difícil...


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