miércoles, 27 de septiembre de 2017

Nacionalismos Postmodernos.



Durante estos días he estado muy atento, como muchos de mis compatriotas -por llamarles de algún modo-, a eso que está pasando en España en relación al mundo de las patrias y sentimientos nacionales. Ya han sido varias las expresiones emitidas por este mismo canal o bien por Twitter sobre ello, dentro del aluvión de opiniones que este tema está despertando; aunque la mayoría de las mismas, en mi caso, han aflorado desde una posición jocosa, pues en realidad, si lo frivolizamos, es de lo más gracioso que le ha pasado al país en los últimos cuarenta años. De ahí la entrada del blog que resumía mi visión desde un "planteamiento berlanguiano" -como se puede ver en enlace existente bajo esas palabras-. Sin embargo, considero que debo hacer otro planteamiento algo más serio y también crítico con la situación porque sencillamente cualquier visión sobre la idea de un conjunto de personas debería empezar por un ejercicio de autocrítica, algo que se echa de menos en los planteamientos nacionalistas al uso, donde lo mío es lo fantástico y lo ajeno lo pernicioso. Así pues, empezaré a dar diestro y siniestro, lo me generará dicho sea de paso un halo de equidistancia, que tanto se lleva hoy, aunque no hay mejor equidistancia que no sea crear el malestar de ambas partes, que es lo que también espero. En resumidas cuentas, analizo y pongo en consideración de todos mis opiniones.


El contexto internacional.
No hay más que ver lo que está pasando en EE.UU durante estos días en relación a la polémica sobre la bandera, arrodillamientos y demás escenas protocolarias que acompañan a la entonación del himno en todos los actos públicos, para comprender que el fenómeno de cómo enfocar el nacionalismo es universal y algo está cambiando la concepción de los países que sobre sí mismo tienen.
La visión de los asistentes a un evento que escuchan y cantan el himno nacional americano con la mano en el corazón es ya una visión caduca del reflejo de sentirse integrante de una patria, precisamente cuando sus cabezas gobernadoras, cristalizada en el actual presidente, han hecho gala de un sentido del patriotismo xenófobo y excluyente, no integrador de minorías, al contrario de lo que siempre fue Estados Unidos, creando una notoria crisis de identidad nacional.


Claro que si vemos nuestro propio país, apaga y vámonos, ya que la cosa es si cabe más lamentable y lo digo por más que a uno le duela en el fondo de su corazón, que parece que esto de los patriotismos es algo tan intenso que genera una congoja muy profunda.

El caso español.
En nuestro caso, observando las escenas de patriotismo descarnado que se suceden por todo el país, no puedo sino sentir vergüenza, aunque todavía no sabría si decir propia o ajena.
Desde que lo patriótico quedó asociado a épocas pasadas, hemos desarrollado en España un patriotismo de baja intensidad, sólo rota con alguna que otra expresión de éxito deportivo, cuyo tono festivo camuflaba un nacionalismo realmente vago y una pobre escenografía, dicho sea de paso.
No hay más que comparar la solemnidad de cantar el himno americano en pie y con la mano en el corazón, con el chunda, chunda y el Viva España de Manolo Escobar, acompañado en el mejor de los casos de un "lo,lo,lo". Clara está la diferencia y parece evidente que cualquier cosa es mejor que la última parafernalia nacional que se conozca, reflejada en el brazo en alto, la letra de Pemán y el "Arriba España".
Por ello, el salto a la seriedad de los acontecimientos actuales ha dejado a los españoles huérfanos de parafernalia patriótica y la sucesión de estampas identitarias no deja de ser cuanto menos ridícula.
Salir a despedir a unos funcionarios públicos, que hacen su trabajo, al son del "A por ellos, oe" a mi personalmente no me resulta demasiado edificante. Mucho menos hacerlo con banderas del pollo, desde luego, pero demostrado queda que lo del nacionalismo en España deja mucho que desear y  en sus imágenes modernas cabría calificarlo como de pueril, al menos.
Además sus valores, religión, tauromaquia o historia están siendo puestos en tela de juicio por la sociedad postmoderna que deja con un importante vacío cultural a nuestro país. Por si eso fuera poco juega con un nacionalismo republicano que le hace la competencia y tampoco ayuda mucho el salir a despedir a los policías como si se fueran a la guerra de Cuba en una imagen rancia propia del siglo XIX. 


Cataluña. 
Contrastado queda en comparación con el sentimiento de nacionalismo periférico que tienen en Cataluña. Un largo periodo de adoctrinamiento y desarrollo ha generado un intenso repertorio simbólico. Desde el "sí" hasta la estelada, pasando por un himno cantado y eslóganes bien desarrollados, demuestran lo que incluso parece una campaña de márquetin bien planificada. La diferencia no deja de ser evidente, cuando la única iniciativa en ese sentido llevada a cabo por españoles fue la de incluir un toro en la bandera, algo que por cierto fue copiado por los catalanes que desarrollaron lo mismo, pero con un burrito. Si lo copian los catalanes, que de esto de naciones saben mucho, es porque será bueno.
Claro que no todo va a ser bueno en el caso catalán, porque si la imagen es excelente -como mucho un poco friki- el fondo es nauseabundo, ya que esconde los más perversos vicios del nacionalismo totalitario y excluyente del siglo XX. Es supremacista y xenófobo, generando la marginación del diferente, siempre que este sea un "fascista opresor" puesto que con otros "extranjeros" se muestra condescendiente, -si pasan por el aro del catalán, claro-. En definitiva, nacionalismo de la peor especie y del máximo peligro, sólo comparable al del brazo en alto, si bien 2.0, que es lo que se lleva ahora.
Eso sí, se exige libertad, pero no una libertad individual, sino la de un pueblo, ni más ni menos.




Una, grande y la "terra" lliure.
Y aquí es donde me detengo porque al fin he descubierto el nacionalismo que no quiero. El juego de palabras del eslogan no puede ser más evidente y es que cualquier tipo de nacionalismo que habla de patrias "libres" me pone absolutamente los pelos de punta. No hay cosa más rancia ni perniciosa y me da tremenda pena que en mi país -hasta nueva orden con Cataluña incluida- se extiendan este tipo de planteamientos. Y es que en efecto las patrias no pueden ser libres, sólo pueden serlo sus habitantes.
Aquí flojea seriamente el nacionalismo catalán ya que la libertad de la patria lleva irremediablemente a la esclavitud de los individuos, también a la marginación del disidente.
Así las cosas creo que nos queda mucho que aprender sobre el nacionalismo, patriotismo, sea postmoderno o no y se llame como se llame, del siglo XXI; aunque creo que debe de tener una cosa clara y es que debe de defender mi libertad y la de mis compatriotas, de todos, es algo que le exijo a mi país. Una libertad que os permita incluso odiarme profundamente por las cosas que digo, si es que alguien se da por ofendido. Y eso es algo que, supongo, que no se puede conseguir sólo a base de Guardia Civil.

martes, 26 de septiembre de 2017

García Berlanga está en Cataluña

 #dondeestáBerlanga

Ya se habían escuchado algunas voces en Twitter que observaban similitudes entre lo que está aconteciendo en Cataluña y una película de Luis García Berlanga, incluso antes de que Antonio Banderas hiciera unas declaraciones en las que insistía en ello y dibujaba perfectamente el concepto. Artístico, claro, que la política es algo más serio.
Antes de ello se me había ocurrido un hastag que quiero recuperar, #dondeestáBerlanga, y es que parece evidente. Todo esto lo está escribiendo el gran maestro valenciano allí donde esté, pero considero que es necesario demostrarlo con un agudo análisis de personajes, hechos y ambientación.
Así pues confío en dejar clara esta afirmación. Ahí van 10 características que demuestran que lo que pasa en Cataluña es el guión de una película de Luis García Berlanga.

1. Personajes. 
A muchos hoy se les llamaría "friquis". Desde Carod Rovira hasta Rufián, pasando por Pilar Rahola, Joan Tardá, Alfred Bosch u Oriol Junqueras, parece difícil históricamente encontrar un partido político en Cataluña, España y el Mundo donde se concentren tantas personalidades, digamos, "peculiares" como en ERC y es que, en efecto, parece que para militar en él haya que hacer castings exprofeso para una película de García Berlanga.
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En otros partidos catalanes también es posible encontrar personajes de personalidad "marcada", como Anna Gabriel, sus muchachas y sus cortes de pelo, el de la zapatilla, el propio Puigdemont, con su pelazo a lo beatle y tantos y tantos otros. No cabe duda que para ser político en Cataluña hay que ser un poco "rarito" y no dar la imagen de político al uso, reflejado como un serio burócrata. Ojo, que no quiere decir que no haya gente normal entre las filas independentistas, que los hay, y muchos; sólo que desde luego no están en primera línea.

2. Los de enfrente.
Claro que tampoco hay que tirar cohetes en el caso de los políticos del establishment estatal y hay algunos ejemplos espectaculares como es el caso del ministro de hacienda, Cristóbal Montoro, quien no cabe duda que parece un personaje de Berlanga, también me lo recuerda el representante del P.P en Cataluña, García-Albiol.
La derecha catalana, más formal en la apariencia, también nos ha ofrecido ejemplos de personajes carismáticos. Recuérdense, si no, a Artur Más o al propio Pujol. Eso por no hablar del inefable Xala i Martí, asesor en temas económicos... Claro que si hay un personaje Berlanguiano, de entre todos, considero que es Carme Forcadell, cuya personalidad refleja el drama de la ideología más radical con el vis cómico de la incompetencia y la pseudorepresentación política. Berlanga en estado puro.
Claro que estos últimos estarían englobados con los primeros, lo que daría, entre los independentistas, para unos excelentes diálogos hablando de unidad frente a España, aunque con un "ya te pillaré yo", de fondo, entre los dientes.


3. La corrupción.
Claro que no hace falta ser "friqui" para robar a manos llenas y precisamente el P.P es con uno de los partidos con más corruptos de Europa. Un detalle ambiental importante para comprender mucho de lo que ha pasado. Hay quien piensa que el origen del conflicto estaría provocado por la intencionalidad de tapar las vergüenzas de los partidos involucrados a los que no vendría mal la polémica para desviar la atención. No cabe duda de que en nuestro guión sería necesario reflejar este tipo de contexto con profundidad y maestría.



Sin embargo, en ese sentido, la antigua CIU no le anda a la zaga y muestra el ejemplo de corrupción institucionalizada. Ningún partido europeo puede presumir de haber conseguido un 3% de comisiones de toda la obra pública de un territorio, que se sepa.
El asunto de la corrupción debería ser uno de los temas colaterales en esta película. Bolsas llenas de dinero, como en los momentos estelares de las películas de Cuerda o las de Torrente. Todo demasiado "Made in Spaín".







4. El lenguaje.
Pero es necesario detenerse en el tipo de lenguaje a utilizar. Hoy se le empieza a llamar como postverdad, pero en tiempos de Berlanga esto no pasaba y, como máximo, habría que hablar de "diálogo para besugos". Resulta curioso que ambos bandos se autoproclaman "demócratas", mientras que los de enfrente son "fascistas". Los dos han dado un golpe de estado y se pueden llegar a escuchar afirmaciones tales como "el estado ha dado un golpe de estado en Cataluña" ¿¿¿¿????
No cabe duda de que los diálogos que pueden generar este tipo de interpretaciones superan el surrealismo y generan confusión, pero no hay que ponerse serios. Es cómico, ¿no? pues a reír que son dos días, ya que - en cualquier momento pueden llegar los fascistas e imponernos una realidad que no deseamos los demócratas de toda la vida, pero nuestra lucha no es ya por determinado país, sino que es una lucha por la esencia básica de la democracia.
Todavía no sé a quien adjudicarle este diálogo, si a uno del primer bloque o del segundo. Es intercambiable.

5. Voy por rutas imperiales.
Claro que a nivel ambiental hay que reflejar la cara más fea del nacionalismo, a veces renovado, a veces más rancio. Que los niños se pongan la capa al estilo Superlopez y que se pinten la cara con estrellas no hace que evitemos recordar los tiempos de la OJE, donde los jóvenes españoles forjaban su espíritu nacional. Ahora son los colegios catalanes los que van por rutas imperiales, incluso plantificándose en plena puerta de sedes de la Policía Nacional, como ocurrió en Manresa. 
Niños adoctrinados, asambleas nacionales como trama civil del golpe a la constitución, caceroladas, escraches a los cuerpos de seguridad y en definitiva al disidente. Claro que visto con humor, con surrealismo. Por no llorar.
Y después, la reacción, a pasear la bandera de España y a cantar sin letra: la,la,la,la,la,la,la ¡Que viva España! o el Chinda, chinda, la, la, la, la, la, la, la. Por lo menos algunos tienen la decencia estética de cantar la letra de Pemán y los más exaltados, el Cara el Sol. Todo parece valer en tiempos de excepcionalidad.
Sin duda un ambiente de intensidad propio de la transición y fiel al reflejo de momentos que parecían superados salvo en la filmoteca, donde el espíritu de García Berlanga vuelve a estar más presente que nunca.


6. Y, mientras tanto, la invasión.
Nadie se preocupe que los cuerpos represivos españoles llegarán por tierra, mar, e incluso algún despistado puede que coja el puente aéreo. Eso sí, con disimulo.
Lejos de utilizar lanchones de desembarco con el casco mimetizado, el barco de Piolín y Silvestre se ha convertido en la vanguardia de la invasión y en el símbolo de la democracia sólida.
Y hacia Cataluña irán los pobrecitos españoles como a una "guerra", como antes lo hicieran a Cuba y después a Africa. En sus lugares de partida los patriotas irán a despedir a los voluntaristas guardias civiles que parten rumbo a las misiones encomendadas, entre canciones patriotas de nuevo a recurrir al "oe, oe, oe". Desde luego, lo del repertorio de himnos del nacionalismo español es para hacérselo mirar.
Ante esta carencia preferiría el "Quisiera ser tan alto como la luna", "para ver los soldados de Cataluña" y por supuesto en el climax de la película, una vez resulto el conflicto un guardia civil regresando y cantando aquello... "de Cataluña vengo de servir al rey"
Hay que reconocer que el repertorio catalanista y la imagen está más trabajada y tiene más mala leche, hombre, que todo es necesario. A golpe de hoz, volem, volem,volem, In-Inde-Independencia. Vale que llevan más tiempo trabajándoselo, pero no se puede contrarrestar un golpe institucional con el "A por ellos, oe"... o con un no a grito pelao, hay que argumentar, hombre. O al menos, darle mayor contenido estético.


7. Asalto a los coches de la Guardia Civil.
Y empieza la acción. Los tanques por la diagonal se transforman en 1000 tractores circulando por las calles de Lleida -en la intimidad, Lérida-; 400 curas apoyan a los insurrectos, los estibadores portuarios con ganas de venganza, miles de Superlopez, friquis al mando con - "la calle es nuestra"...
El independentismo muestra músculo y tiene lugar la principal acción de armas hasta la fecha. Un ejército incontrolado de Superlopez asalta coches de la guardia civil y los destrozan, rompen los cristales, pinchan las redas, suben a ellos y se balancean sobre su botín de guerra, exactamente igual que cuando los afganos derriban un helicóptero americano en conflictos más serios, pero en una visión más surrealista. Menos mal que los ocupantes no estaban, pero la parafernalia es sin duda berlanguiana.   
Pero claro la cosa parece grave, han robado armas del interior de los coches, luego las devuelven. - Era broma, hombre, -Agentes, verán..., -y dicen que lo nuestro es una invasión pacífica del país, Examen...
Ah, no. Esto es más bien de José Luis Cuerda, que también vale.

8. El caso de la abducida del nacionalismo.
Claro que hay que introducir historias paralelas de amor. Uno de los episodios más entrañables y más claramente berlanguiano de los habidos hasta el momento en el "pruces" considero que ha sido la conversión, casi mágica, de una anónima participante de la noche de protestas tras una de charla aleccionadora de otro participante. Se ha dado cuenta, por fin, de que España "roba" a los catalanes, y le ha bastado sólo una hora. Lo que no sabemos es si el comunicante cumpliría el resto de la noche que pasaron juntos.
Suponemos que para reconducirla en su "sano" juicio sería suficiente con que pasara otra noche con un apuesto Guardia Civil de ojos aceituna y de origen andaluz destacado en Cataluña. La banda sonora podría ser aquella de "El vino en un barco, de nombre extranjero..." (Entiéndase el barco de Piolín)
Desde luego, no puedo evitar utilizar esos grandes clásicos del acervo musical español, creo que son muy apropiados en el universo berlanguiano. En fin...

https://twitter.com/JovenEuropeo/status/911280058643476480https://twitter.com/JovenEuropeo/status/
https://twitter.com/JovenEuropeo/status/911280058643476480 *
*No logro sacar el video de mi heroína para que se vea directamente, pero bueno, ya se conoce.

9. Los espías rusos y Assange.
Pero, por si todo esto fuera poco, la trama se complica cuando aparecen los espías de la antigua KGB para enturbiarlo todo y es que parece ser que los rusos quieren desestabilizar occidente a través de twitter y de la falsa prensa. Circulan bulos y se magnifican acontecimientos para intentar generar nuevos puntos de conflicto en occidente. Primero el Brexit, después Trump, pero España contendrá al comunismo. Como hizo siempre y no dejará que intervengan fuerzas extrañas.
Photo published for Desde la embajada de Ecuador en Londres, el violador Assange incita a los catalanes a cargar contra...
Como el mismo Assange, convertido en adalid del separatismo, que está intentando meter baza, hasta que se ha dado cuenta, claro, de que no va a poderse ir a la Cataluña independiente a vivir y, al contrario, va a tener que dejar hueco en la embajada de Ecuador para Puigdemont. - Leñe, que aquí no cabemos, ya.
No cabe duda de que con estos episodios abrimos una interesante trama secundaria. Se podría complicar con Venezuela o algún otro país demócrata, pero no vende demasiado. - Mira, Maduro, no nos apoyes visiblemente que nos hundes, si es que....
- Bueno, bueno. A ver qué conseguimos de observadores internacionales. 

10. Pero el apoyo a la revuelta es imparable.
Bartomeu tenía un problema con su gestión del Barça, pues nada a envolverse con la bandera. Ya no se habla de su moción de censura. Nadie en su sano juicio atacaría a un patriota sin miedo a que lo señalen. Bueno sí, otro patriota: Laporta. Puede que lo intente. Y más equipos de futbol y más colectivos.
Y los curas... Milagroso. Si alguien duda de que el sentimiento catalán existe, véase el grandioso milagro ocurrido por el cual los curas -las ovejas- y los lobos -los de la CUP- pueden unir sus fuerzas en un fin superior. El cielo en la tierra. La prueba de que se puede juntar agua y aceite. El milagro de Cataluña, Dios hecho patria...




Sólo me queda un final para esta gran película y sólo espero una cosa, que siga siendo berlanguiano, esto es, con un final tan trágico, como cómico y, eso sí, incruento, como lo era todo en su universo cinematográfico. No nos abandones García Berlanga.

jueves, 21 de septiembre de 2017

El lenguaje de la post-verdad en Cataluña

Resulta complicado analizar qué es lo que está ocurriendo en España en los últimos años, coincidiendo con la salida de la crisis, que en realidad no es tal -la salida, digo- ya que, como podemos observar, han quedado una serie de problemas más que de difícil solución, habría que decir de difícil comprensión. Espero que con este artículo alguien pueda a empezar a entender qué es lo que está pasando. Si ese alguien soy yo, que logro aclarar algunos conceptos sociales que están calando en el país, mejor, ya que algunos fenómenos sociales de los que tienen lugar últimamente son sencillamente incomprensibles para mí y sólo espero llegar algún día a comprenderlos, pero partiré de algunas pequeñas señas que plantean la existencia de un problema incluso de lenguaje.


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Alguien no dice la verdad.
Con motivo del reciente intento de los secesionistas catalanes de constituir una república independiente encuentro no pocas cuestiones llamativas, tales como que el proceso impulsado por la Generalitat es la quintaesencia de la democracia, mientras que los que se oponen son sencillamente fascistas. Por contra, los constitucionalistas, también se autoproclaman como demócratas y los que protagonizan algaradas y pretenden imponer un nuevo status son fascistas. En apariencia, quedaría claro que uno de los dos sectores está mintiendo ya que, por lógica, si el "otro" es el fascista, yo no puedo serlo, ¿o sí?. Aquí es donde encontramos ese nuevo concepto, la post-verdad, tan en boga en nuestros tiempos como difícilmente comprensible que nos lleva a confundirlo con la mentira, aunque la situación es más compleja.
Vivimos un mundo, el posmoderno, que nos ha llevado a una filosofía de un relativismo radical, en el que depende de cómo enfoquemos la democracia seremos demócratas o no, según convenga. Atrás quedan los tiempos de definiciones claras, de conceptos definidos y de verdades y mentiras evidentes. En el ejemplo expuesto, una democracia toma como base las urnas y otra la ley, cuando parece evidente que debieran ser ambas cosas y que todos deberían concebir la democracia como una combinación entre derechos y deberes, supongo, en los que el diálogo prima. Sin embargo, habida cuenta de los planteamientos de base y con los conceptos tan poco claros, el diálogo no puede ser sino de besugos, o lo que es lo mismo: tu eres un fascista y yo un demócrata.
Sin embargo, este análisis, equidistante, escondería una actitud políticamente correcta por mi parte y un afán de imparcialidad casi científico, si no fuera porque se pueden adivinar intereses espurios debajo de estos planteamientos. Sencillamente, alguien conoce estas artimañas y simplemente las utiliza con un extraño fin: darle la vuelta a todo; es decir, una revolución social. Aquí es donde encuentro una pequeña contradicción ya que existen unas minorías vanguardistas postmodernas, que pretenden, en efecto, crear confusión conceptual para ponerlo todo patas arriba y generar unas nuevas estructuras que todo lo solucionarán y que solidificarán una nueva sociedad perfecta. Claro que encontramos una tara de base y es que esas mismas minorías son las que dirigirán sus designios. Una nueva élite, que acabará con la antigua casta, un nuevo orden social que acabe con el antiguo "régimen".
Pero el lenguaje posmoderno y su conceptualización todavía presentan lagunas importantes y no pocas contradicciones. En relación al citado caso catalán he podido leer las denuncias de grupos independentistas que llegan a decir que "El estado ha dado un golpe de estado en Cataluña". Increíble, pero cierto. ¿De qué hablamos? ¿De un autogolpe del estado en el estado? ¿De un estado español frente a un estado catalán? Ah, ¿existe un estado catalán y no lo sabíamos? ¿Ha sido proclamado ya o hay que esperar a que haya un referéndum limpio y con garantías? ¿Pero qué especie de locura es esta?
El caso es que la irracionalidad empieza por el lenguaje y no deja de ser paradójico que cada uno de estos días de tensión, desde el independentista más furibundo hasta el constitucionalista más conspicuo, podrán irse a su casa diciendo exactamente lo mismo: "Ya he acabado en nuevo día de lucha en defensa de la democracia en el país". Entiéndase defensa, democracia y país cada uno de una forma. Menos mal que para "día" ambos coinciden y es, hasta nueva interpretación, la franja horaria que va desde que se levanta hasta que se acuesta uno.

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Análisis de texto.
Los que somos cortos de entendederas podemos llegar a confundirnos con la postverdad, pero, si lo pensamos, es muy sencilla de interpretar, ya que no la esconden. En el caso del independentismo irredento, un día aprueban la convocatoria del referéndum y, "no vaya a darse el caso de que lo ganemos", se aprueba una ley de desconexión el día siguiente. Todas las comparaciones son odiosas, pero los británicos votaron, con todas las garantías, su brexit y ahora tienen que emprender una negociación que culminarán en legislación que llevará no menos de dos años que cristalice. Los independentistas catalanes tienen esto ya resuelto, ¿para qué esperar dos años, si se puede hacer las reglas incluso antes de votar? Parece claro que el concepto "democracia" en tanto que respeto a la ley se la trae al fresco, pero es que tampoco hay respeto a las urnas e incluso desaparece en el planteamiento inicial de la base de su "democracia". Podrían haber cuidado las formas, pienso. Es un error de bulto, que muestra su verdadero rostro. El fin, sí o sí, no es votar. Es independizarse y la democracia es un medio, como podía ser la tiranía o la revolución. Y si ellos no son los demócratas, en la ecuación tampoco podría decir que los que se oponen son los "fascistas". Vamos entendiendo, por tanto, qué es lo que esconde la postverdad.
En efecto, a diferencia de la mentira, que es según la RAE Una expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa. La postverdad es algo más compleja y es, según mi propia definición: una estructura conceptual con falsa apariencia de realidad y mensaje sencillo que se genera como cortina de humo para un interés oculto.
Dicho esto podemos empezar a explicarnos muchas cosas e intentar encontrar intereses ocultos en todos aquellos que participan de ella. En el caso catalán es muy variado y pueden ir desde un simple deseo de eludir la justicia por parte de corruptos a un sincero sentimiento de independencia, pasando por algún que otro impulso mesiánico de los dirigentes.; aunque en esto no entraré. Sólo me quedaré en que al fin he encontrado la verdad y he podido entender qué es eso de la postverdad.
A mi me gusta la democracia y creo que sería necesario en el caso catalán un justo equilibrio entre urnas y ley, pero no me gusta nada el engaño, la tomadura de pelo y el populismo. Máxime si se utilizan sofisticadas técnicas de comunicación como es la post-verdad. Además, no me queda claro es el verbo que se puede utilizar para hablar de aquel que hace uso de la postverdad. ¿Postverdadear? y ¿quién es aquél que postverdadea? Pues podía ser igualmente sencillo, el "postverdadeador" que lo "postverdadease" buen "postverdadeador" será, aunque aquí creo que me quedo con los vocablos convencionales. Mienten como mentirosos que son, porque al fin y al cabo la postverdad no deja de ser una forma más de mentira. ¿O no? 



domingo, 20 de agosto de 2017

El arte de la bacinería.

Existe una palabra en el léxico castellano que es casi exclusivamente utilizada en zonas de La Mancha como es la de "bacín" y no tanto en su acepción principal como recipiente u orinal, como en la de sinónimo de la palabra "fisgón". Se trata de una palabra que ejerce una especial fascinación en todo aquél que la oye por primera vez, sirviendo a la vez de emblema del habla manchega, que suele despertar una mezcla de curiosidad e hilaridad. Y motivos tiene.  
Quizá la traducción más adecuada sería la de "metomentodo" o "sabelotodo", aunque su utilización, por lo general, no suele ser habitual en el castellano y llama mucho la atención de los que no son manchego-hablantes. No obstante, al margen de su significado literal quiero en este artículo hacer un análisis psicolingüístico -aunque poco serio, claro está- de su uso en La Mancha.
Bacín sería aquel que siente un interés especial por saberlo todo y es utilizado más bien por aquellos que la sufren y ven en esta intencionalidad una condición negativa. La "bacinería" desde luego no es una virtud, aunque en pequeños grados y aplicado a uno mismo tampoco es visto despectivamente. Yo puedo ser un poco bacín por querer opinar de todo.
Pero ha sido gracias a un personaje como "La vieja´l visillo" -que por cierto introduce otro componente lingüístico autóctono como es la utilización del genitivo manchego (apóstrofe-l) que otro día abordaré- que se ha dado a conocer el auténtico significado de la palabra bacín, en este caso bacina, como estereotipo de personaje extendido en la zona. Otros sinónimos adecuados para definirla podría ser "chismosa", "correveidile", "liante", "maledicente"... En definitiva tantos adjetivos que demuestran que no existe la palabra definitiva en castellano que defina este tipo de actitudes, aunque La Mancha aventaja a otros lugares y la tiene. Engloba todas estas acepciones. En definitiva, "bacín".

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Pero quizá lo más curioso es que La Mancha, no sólo presenta la solución al concepto psicolingüístico, sino que, además, presenta infinidad de sinónimos y acepciones que al igual que el concepto madre, son poco conocidos en castellano.
A veces me recuerda la circunstancia que rodea a los esquimales o inuits en relación a las palabras nieve o al color blanco. Resulta que, mientras que en el resto del mundo se conoce sólo una palabra para designar nieve y una para blanco, los inuits tienen infinidad, como tipos de nieve y matices de blanco. Está claro que el entorno invita a ello pues puede ser la diferencia vital entre una zona peligrosa de hielo y una de nieve. Trasladado a las tierras manchegas, debe ser que aquí, tenemos tantos bacines que existen infinidad de formas para definirlos.
Sea como fuere presento algunas:

"Licinciao" 
Procede de la evidente deformación de la palabra licenciado y es utilizado para ese bacín que se las da de culto y sabelotodo. No obstante, a diferencia de un sabelotodo, no tiene porqué tener una vasta cultura y se aplica a personas de escaso conocimiento que se han metido donde su atrevida ignorancia les ha llevado. También se aplica despectivamente a quien ha generado un malestar con su actitud. A diferencia de bacín es siempre peyorativa.

"Metijoso", aunque en algunas zonas de Albacete puede oírse también "Metijaco"
No hay tanta cultura en el trasfondo de esta definición. Metijoso es el bacín que se mete donde no le llaman, más que donde no sabe. Si es dónde no sabe y encima ha generado conflicto recomiendo utilizar "licinciao". Si no ha generado molestia es recomendable utilizar cualquier otra acepción de la palabra bacín, por ejemplo la siguiente.

"Golismero"
Es aquél que siempre está con la onda puesta. Intentarlo saberlo todo y buscando nuevos datos escabrosos de los demás. Sería sinónimo de la palabra "fisgón", aunque más pueblerina. Proviene de una deformación de la palabra "oler".
Es muy despectiva y denota además falta de categoría y habilidades en el bacineo del calificado como tal, porque el definitiva aquél que sublima el arte de la bacinería puede establecer cierto estatus positivo. 

"Lezna"
Procede de una herramienta de carpintero especialmente punzante y capaz de llegar dónde no llega nada. Por extensión se conoce como Lezna a aquél bacín capaz de llegar a donde no llega nadie. Es como una especie de superlativo de la palabra bacín, aunque ojo, que también existe el propio superlativo dentro del concepto.

"Bacinismo" Sin -i intermedia.
Por eso ya podemos darnos cuenta de la acepción de la palabra y el significado de alguien que es bacinismo. Pues eso, un gran bacín. Es importante recordar que los manchegos somos incapaces de pronunciar la -i del superlativo, por lo que es imposible oír la palabra bacinísimo. Además, quien intentará pronunciarla pasaría inmediatamente a ser un perfecto "licinciao". Esto de la bacinería es así. "Pa ser bacín hay que saber".

"Chafardero"
Aunque está mucho más extendido que en La Mancha, chafardear es un ejercicio de bacineo ligero y sutil. De hecho proviene del catalán "safareig" que quiere decir lavadero. Proviene de la antigua costumbre de ir a lavar a las pilas comunitarias en los pueblos y, ya de paso, hacer un repaso de la actualidad informativa del lugar. La costumbre de los lavaderos comunitarios ha desaparecido, pero no el concepto. Se usa en regiones del antiguo reino de Aragón, incluidos los castellanohablantes, y también en algunos lugares de La Mancha.

"Cizañero" 
Y ya siguiendo con algún otra, más generalizadas, hablaremos del "cizañeo". En este caso su uso está más generalizado en el lenguaje español y es aquél que utiliza la maledicencia con intencionalidad exclusivamente negativa y ganas de hacer mal. Al fin y al cabo, meter cizaña. Aquí no hay posibilidades de bacinería inocente, sino que la intencionalidad dañina prima sobre la ingenuidad de un cotorro o de un simple y chafardero cotilla.

Como vemos, en las últimas frases hemos introducido algunas otros sinónimos más extendidos de la palabra, que incluso podríamos ampliar con neologismos "Cañuto", "bocachancla" etc, etc. 
Sin embargo, considero que la palabra bacín supera a todas aquellas y sublima el concepto, permitiendo incluso que uno se pueda meter a bacín y realizar un artículo como éste, pues puede servir para limitar los elementos negativos de esta actitud. Una actitud tan extendida en España que no hay más que ver el éxito de programas de televisión o revistas de información basura y cómo hay gente que logra vivir bastante bien del cotilleo propio o ajeno. Sin embargo, creo humildemente que durante años han vivido sin una herramienta lingüística tan importante como la palabra bacín.   
En cualquier caso, si se logra sublimar el arte de la bacinería y no hacer daño, no perjudicar e incluso caer simpático, uno puede llegar a ser un bacín y que no tenga significación negativa, aunque no lo recomiendo. Es tan difícil...


domingo, 14 de mayo de 2017

Eurovisión, La otra Fátima.




Manel y Salvador son dos jóvenes músicos que perfectamente han podido coincidir en alguna calle de Barcelona en su afán de desarrollar su pasión artística. O, si no, en las islas Baleares o en Portugal, cuando no en Ucrania. Son dos de los tantos que aspiran a dedicarse a una profesión se supone que ingrata, pero hasta aquí las coincidencias.
No soy fan, ni mucho menos, de Eurovisión y tengo que reconocer que tenía a los seguidores de este tipo de concursos poco menos que como unos "frikis", sólo comparables a los seguidores de la lotería de navidad con sus trajes de décimos sin tocar o de bolas del sorteo; sin embargo, tengo que reconocer que me han dado una lección.


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Los entresijos de la música

No había seguido el concurso ni sabía quien cantaba, sólo había tenido alguna noticia de la forma en que el español Manel Navarro había llegado a representar a nuestro país. Ni sabía cuando era el festival. Sólo por casualidad vi el concurso, animado por el aburrimiento y, quizá, la extraordinaria exhibición tecnológica del escenario, algo sin duda prodigioso. Después, la morbosa posibilidad de que España llegara a unos históricos "0 points" me hizo continuar pegado a la televisión, pese a que tengo infinidad de cosas mejores que hacer un sábado por la noche. Y me piqué.




Me inspira cierta ternura la situación en la que ha quedado el pobre Manel. Un chaval que sin duda no tiene la culpa de su forma de llegar a participar. Es sólo, y quizá la principal víctima, de lo que es crear un producto musical. La forma que entiende la industria de levantar ídolos y me dio en compararlo precisamente con el portugués.
Quieras que no, con los portugueses siempre nos ha unido cierta afinidad, la de una vecindad bien entendida que hace que precisamente Salvador haya desarrollado buena parte de su carrera musical en España y casi que pareciera uno de los nuestros. Por eso me fijé en él también. Entre Manel y Salvador sólo pude pensar que "menudo desastre" para la música ibérica. Uno envuelto en el escándalo y al otro que le "falta un verano". En fin, batacazo histórico, presumía.


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Comparaciones odiosas: el uno, guapete, rubio, con imán para las adolescentes, con una canción pegadiza y cantada en inglés. El otro, un tipo extraño, despeinado y desgarbado, enfermo, soso y cantando en portugués.
Desconocía nada más del portugués y la canción no parecía precisamente una canción festivalera. Llegué a pensar que ambos pugnarían rabiosamente por el último puesto y que, salvo la posibilidad de los 12 puntos mutuos España-Portugal, ahí quedaban las opciones de ganar de un representante ibérico, pero hete aquí que me llevé la gran sorpresa. El joven portugués se alzó con la victoria con una notable diferencia sobre los demás. Literalmente no daba crédito. Pero bueno ¿qué les pasa a estos frikis de Eurovisión?, me dio por pensar, y quise conocer un poco más sobre el significado de un fenómeno que ha tenido lugar precisamente aquí, en la península ibérica, alejado de los canales internacionales anglosajones de la industria musical e incluso de la fiebre que despierta eurovisión en Europa del este, mucho más que aquí donde la verdad...

Resultado de imagen de salvador eurovisiónPero los fans de Eurovisión me han dado una lección y su representante, también. Considero que este Salvador es lo más alejado a un músico del festival y lo reconoce hasta él en sus declaraciones. Con una música extraña, intimista, sin grandes alardes vocales, sólo consentimiento llega y gana, no sólo eso, sino que llega y barre. Contrastaba el pedazo de escenario que tenían a su disposición con la puesta en escena del artista en la despedida, sólo un micro y una figura desgarbada, dejando cantar a una chica como si estuvieran en su casa. Cantaba en un idioma como el portugués, que debe resultar completamente extraño a polacos o ucranianos y otros habitantes del este. Algo anómalo que no podía comprender y es que iba todo del corazón.
Y padece el muchacho precisamente de este órgano y tiene una grave enfermedad que le hace esperar un trasplante. Todo iba de corazón.
Fríamente, con los prejuicios que tenía a los eurofans y analizando a ambos cantantes, no podía entender que miles y miles de europeos se volcaran con Salvador y no apoyaran por ejemplo a un chaval sano, guapo y con todo el apoyo del mundo como Manel, pero ahora sí que lo entiendo. Europa se está volviendo loca. Es el mundo al revés.
Si no soy eurofan, tampoco soy demasiado creyente, pero creo que la virgen de Fátima y los pastorcillos portugueses han vuelto a obrar otro milagro, precisamente durante el proceso de canonización de los niños que supuestamente hallaron a la virgen. Un fin de semana glorioso para Portugal, no demasiado acostumbrado a adquirir proyección internacional en sus fenómenos culturales. ¿Es otro milagro?. Pues a veces cabe entender como tal este tipo de cosas, pues resulta auténticamente milagroso que el espíritu se imponga al dinero, la autenticidad al producto, la humildad a la industria. 
Me alegro por los portugueses, me alegro por Salvador y me alegro por la música y la cultura. Sólo lo siento por el pobre Manel, que tampoco considero que sea tan nefasto, ni que lo hiciera tan mal. Pienso que tiene futuro en esto de la música. Sencillamente debe comprender que las personas en Europa o la virgen en Fátima, como se quiera, se han decantado por lo espiritual y que por un instante nos han dado una lección a todos. Y a mí el primero.

lunes, 8 de mayo de 2017

Real Madrid, el equipo quincallero

Que nadie se confunda. En ningún momento de esta entrada del blog quiero decir nada parecido a que los madridistas son una especie de personas marginales que deben llenar su propia bajeza con los logros de un equipo superior. No confundir quincallero, noble oficio, si bien desaparecido, con "quinquillero". Tampoco quiero decir que sus jugadores tengan esa pinta o esos modales puesto que hablamos de algunos de los mejores jugadores del mundo. Ni tan siquiera me refiero a actitudes de arrogancia en general, como las vistas entre algunos de sus aficionados, jugadores o directivos, que se dedican durante el actual enfrentamiento en semis de la champions a exhibir no se qué pancartas a fichar jugadores por no se qué motivos o cualquier otra.

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Ya no sé que número toca.
Cuando me refiero a quincalla me refiero a la necesidad que tienen en esa casa de exhibir metal, vender o comprar, como si de un rapero hortera neoyorquino luciera sus mejores galas. Se trata de una metáfora y espero que nadie se lo tome como un insulto. El Real Madrid vive exclusivamente de recoger anualmente su cosecha de metal para llevarla a su propio chatarrero, el museo del Santiago Bernabéu, como una especie de Gollum autocomplaciente ante la observación de "su tesoro", pero que nadie se confunda, que eso tampoco es malo. Se trata de un equipo en el que prima la necesidad de obtener logros metalíferos, tales como copas, o personales, jugadores, prestigio, portadas... Y para ello es necesario alimentar los deseos perversos de conseguir una más, otra y otra. En cualquier caso nada reprobable, pueden hacer lo que quieran, y cualquiera, cegado por tan inmenso botín, puede sencillamente hacerse seguidor de este equipo. Hacerse de un equipo es gratis.

Lo que no es tan respetable es la extraña tendencia a restregar sus logros a los demás. Es como si un millonario tuviera que estar continuamente restregando a los pobres su condición. Esto sí que es digno de estudiar. ¿Cómo el mejor equipo del mundo se tiene que ver envuelto en estas tesituras? Y es que la realidad es bastante tozuda, pues en su actitud no son capaces de concebir que haya gente que no sienta admiración por el club blanco. De hecho, ni en su propia ciudad cerca de la mitad de personas son de otro equipo: el Atlético de Madrid. O, si no, del Rayo Vallecano, del Getafe, del Móstoles. No del Real Madrid. Inconcebible.
Lo mismo ocurre en el resto de España, donde el club que más glorias ha dado al país no es reverenciado por todos los aficionados. Increíble. Es cosa de hacérselo mirar.
Pero, aquí surge mi pregunta, ¿quién debería hacérselo mirar? ¿Ellos o los demás?

Los que no somos del Madrid.
Hasta me gusta el nuevo escudo
Yo soy del atleti y he podido vivir las dos decepciones de la champions como cualquier aficionado más. Llegamos a la final y pudimos ganarla, incluso jugamos mejor que ellos en algunos tramos. Se trataba de una lotería que sencillamente cayó del bando más necesitado. El de los quincalleros. No pasa nada, que se las queden para su chatarrero. Nosotros es como si las hubiéramos ganado. No necesitamos cambiar de equipo por ello. Es más, nos sentimos todavía más orgullosos de los nuestros y los seguidores del atlético a seguir con nuestra tradición: vivir de los sueños.
Pronostico un resultado: 4-1 con gol de Ronaldo o de Ramos en fuera de juego pasado el 90. Es el resultado que más contentaría a ambos. A nosotros nos hizo sentir la ilusión de que esta vez pudo ser y a ellos que logran estar  más cerca de un nuevo título. Total, perderíamos la final. Pero ellos no lo pueden entender, sin duda. A nosotros nos vale con un "casi" y a ellos sólo les vale la quincalla. Es lo que hay.    

lunes, 24 de abril de 2017

Dime cómo catalogas la corrupción...

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Lo último en "sospechosos" de corrupción. 


Lo del P.P lleva ya camino de podredumbre total en materia de corrupción. Sobre todo vistas las costumbres de muchos de sus prohombres -y no añado promujeres dado que no sé que pasa, pero los grandes escándalos de corrupción parecen cosa de hombres- de saquear las arcas públicas de las diferentes administraciones. Algo que es extensible a otros partidos, como es el caso de Convergencia y también el PSOE; es decir, todos aquellos que han tenido la posibilidad de meter la mano. Queda por ver la actitud de aquellos que no la han tenido, pero que por sus actitudes ya apuntan maneras antes incluso de llegar al poder.
En cualquier caso no quiero entrar en valoraciones sobre la situación de quien está en el ojo de huracán, el PP, sino valorar las interpretaciones ajenas, que son muchas y muy variadas. Entre ellas las que apunto.



1. La teoría del garbanzo negro.

Es cosa de personas.
Esta interpretación es interesante. "Los partidos son buenos, pero siempre hay personas que aprovechan para medrar". Corresponde esta interpretación a los representantes de los partidos clásicos, PSOE y PP, aunque es éste el principal valedor de esta forma de entender la corrupción.

2. La teoría del partido podrido.

Es cosa del partido ajeno.
También corresponde a los partidos clásicos, siempre que se habla del contrario claro, y cuando sale a la luz algún escándalo que afecta al otro. Hay que encontrar ahora esta interpretación en el PSOE hasta que se habla de los ERES claro, en ese caso se pasa a la teoría anterior. Se apuntan a ello otros partidos de la oposición, como C´S o Podemos, aunque en estos casos la situación es más profunda.

3. La teoría del modelo perverso.

Es cosa de unas leyes insuficientes.
Defienden esta postura sectores cercanos a C´S, UPYD, también alguno del PSOE e incluso alguno en el P.P, aunque con poca fuerza. La base de la crítica está en que las leyes sobre partidos son insuficientes para controlar a los corruptos y la solución está en realizar reformas legislativas que dificulten que se puedan cometer delitos.

4. La teoría del sistema corrupto.

Es cosa de la perversión del sistema de partidos.
Habría que instalar aquí en España casi exclusivamente a Podemos-IU, así como los partidos antisistema o los de extrema derecha, que dan a coincidir en que el sistema parlamentario es el que trae de la mano la corrupción. Sólo un nuevo sistema, no se sabe cual, evitaría este tipo de actitudes tan negativas para la sociedad.

Claro que estas interpretaciones ofrecen una serie de perversiones peores incluso que la propia corrupción y son las siguientes:

1. La teoría del garbanzo negro da lugar a cierta indolencia a la hora de actuar. Sin duda, prolonga la situación de corrupción y se corre el riesgo de esclerosis del problema. Justifica la existencia de interpretaciones extremas y no beneficia la solución.

2. La teoría del otro, si cabe, es más perniciosa, pues arroja un halo de hipocresía a la política en general y justifica de nuevo que se den interpretaciones antisistémicas. Además tiene porco recorrido ya que funciona sólo hasta que descubren al partido propio en un renuncio, entonces se recurre a la interpretación del garbanzo negro.

3. La teoría de la insuficiencia legal tiene igualmente sus limitaciones, sobre todo a la hora de llevarla a la práctica, pues C´S se caracteriza por no ejercer la presión suficiente, pese a defenderla mayoritariamente. No obstante, pueden sostener gobiernos como el andaluz o el madrileño, infectados de casos de corrupción.

4. Claro que la teoría del sistema corrupto es la más peligrosa pues puede originar propuestas de sistemas alternativos que darían problemas muchos más graves que incluso la propia corrupción. Además ésta interpretación genera cierta inmunidad ante la corrupción propia, pues los partidos que la defienden pueden estar envueltos en asuntos turbios sin responsabilidades de ningún tipo. 

¿Mi planteamiento?
Creo que sólo con ver el análisis parece claro. Sólo es viable, si o si, la posición número 3, la reformista, ya que ni la 1, ni la 2 solucionan el problema y la 4 es peor que la propia enfermedad. Sin embargo, considero que la actitud del principal partido que la defiende no parece la más adecuada. ¿Dónde están las propuestas? ¿Dónde hay un planteamiento profundo de nuevo sistema legal sobre partidos que pueda dificultar al menos la corrupción? y ¿Dónde, además, hay una visión igualitaria sobre todos los partidos? Parece claro que si la corrupción es de CIU, para C´S es execrable, si es del P.P es maligna y si es del PSOE es más llevadera. Eso tampoco vale.
Solicito a C´S, y por qué no, también a PSOE y PP que pongan sobre la mesa propuestas reales, creíbles y eficaces para acabar con el problema de una forma drástica y evidente. Si no, también serán responsables de que las interpretaciones antisistema crezcan y acaben imponiéndose. Que dejen de lado cálculos electoralistas y cuestiones corporativas para acabar con la corrupción de verdad, dado que, si no lo hacen, contribuirán a acabar con el sistema. Tampoco cuesta tanto, ¿no?  
 

domingo, 16 de abril de 2017

Viña Rock, + que un festival

Se dice pronto, veintidos años; en número, 22, los dos patitos. Pues bien, esas han sido las ediciones que he podido disfrutar de un festival de rock, o algo más que un festival, mucho más: el Viña Rock.
Durante todo este tiempo he asistido al evento ininterrumpidamente en diversas facetas, desde simple asistente, hasta colaborador con la organización, pasando por los muchos años que he asistido en calidad de periodista. Con el tiempo tengo que reconocer que ya van varios años que ni miro el cartel, ni tan siquiera me pongo a valorar cuestiones artísticas. Simplemente acudo de forma testimonial, con la motivación de comprender cómo es posible que este festival haya evolucionado de la forma que lo ha hecho.

Viña Rock, año 2001.

Un evento sociológico.
Valga simplemente hacer una pequeña cuenta. Cada edición recibe unas 100.000 visitas, aunque para hacer la proyección que busco habrá que tomarse alguna licencia. En efecto no se puede multiplicar 22 ediciones por 100.000, lo que nos daría más de dos millones. Primero, porque no todas las ediciones han podido recibir tanto personal y segundo porque muchos asistentes repiten, aunque sea unos años, como es mi caso. Dejémoslo en un millón. Quiere esto decir, con toda la reserva sobre el dato, que un millón de personas han visitado la ciudad donde tiene lugar el festival en algún momento de su vida, pero afinaré más, pues hay que acotar el universo de edades desde los aproximadamente 18 años hasta los 50, que es donde se concentra el público que viene o ha venido al Viña. En definitiva, que un importante porcentaje de la juventud española ha pasado por la ciudad de Villarrobledo con ocasión del Viña Rock, sin duda, una realidad sociológica.
A diferencia de otros festivales, también de abolengo, como pueda ser el FIB, el Viña se nutre exclusivamente de jóvenes españoles, no extranjeros, y entre ellos casi es obligado plantearse, una vez que llega la primavera, si van a ir al Viña Rock. Sencillamente hablamos de una referencia para los jóvenes, tanto como las grandes fiestas tradicionales tales como un San Fermin o unas Fallas. Y ¿cómo hemos llegado a esta situación?

Cobertura mediática. 
Lo más curioso de todo es que el Viña Rock ha vivido tradicionalmente cierto desdén por parte de los medios de comunicación. Mientras que el FIB, por ejemplo, aparecía como una referencia de los cambios culturales de la juventud en los que los festivales empezaban a ser una de sus principales manifestaciones a partir de los 90; el Viña Rock nunca aparecía en los medios, sino que se iba consolidando como una experiencia realmente alternativa, ajena a modas y a vaivenes.
El Viña, un festival alternativo
Sólo Radio 3 confiaba en los primeros años en esta expresión, en lo que a medios convencionales respecto, ya que el Viña se basada en vías de comunicación también alternativos, primero los casi extintos pasquines y después toda la explosión de la promoción on-line. Súmese a la sazón el siempre recurrido boca a boca, que le hacía convertirse en toda una referencia para los jóvenes dotándolo de un halo de "autenticidad" difícil de repetir. Así fue como se consolidó el festival, mostrándose como un festival alternativo, más en este aspecto que en otros, ya que a nivel musical su apuesta fue clara, la producción del rock en español o en cualquiera otra lengua del territorio nacional, catalán , euskera o allego. Rara vez, inglés o algún otro. En definitiva una rara avis en el mundo de los festivales y aún así marcando siempre su impronta.



Capacidad de supervivencia.
Por referencias anteriores pudiera parecer que, durante estos 22 años, todo ha sido un camino de rosas, y esto no ha sido así, antes al contrario. Ha pasado por muy malos momentos, desde la perspectiva económica, cuando amenazaba ruina, o cuando estuvo a punto de irse a Benicassim, llevándose la marca por una edición, pero el Viña auténtico siguió en Villarrobledo, donde indefectiblemente queda asociado. Viña Rock, una referencia para la juventud y para una ciudad que es conocida entre buena parte de la población española por este festival. Pese a todo continúa con alguna de sus características intactas, marca tendencias y es toda una referencia. Y valga de nuevo un ejemplo.
Precisamente ayer pude ver cómo Los del Río pasaban por un festival, el SanSan a modo de reconocimiento por su trayectoria. Lo mismo que ocurrió en el Sonorama, en 2014 con Raphael, aunque de nuevo la sorpresa. El Viña ya apostaba por homenajear a los clásicos de la fiesta por ejemplo en 2009 con Los Chichos o con Peret en el 2008, aunque bueno, algunos es que sencillamente no se fueron nunca como puedan ser los viejos rockeros, como Barón Rojo, Obús o Los Suaves. El caso es que si hay un festival que se haya caracterizado por esta tendencia de nuevo es el Viña, aunque otros hayan tenido de nuevo mayor repercusión en estos homenajes.

¿Por qué?
Tal vez los rockeros no son buenos, en realidad
Desconozco el porqué de este relativo silencio informativo sobre este festival, que sin duda es y ha sido uno de los principales festivales de la historia de España, marcando tendencias y consolidándose como una auténtica referencia de los festivales, pese a que no goce de los parabienes de las grandes empresas encargadas de la comunicación en este país. Tal vez siga siendo que los rockeros "no son buenos" o no somos tan buenos como otros y este género musical no termine de ser tan asumido como otros como expresión cultural de referencia. En cualquier caso, dónde podemos encontrar su acogida.
Supongo que su éxito radica en otras características, tales como la fidelidad de sus seguidores, que cómo yo, hayan podido acudir a todas sus ediciones, o en ese envoltorio genuino que lo envuelve, caracterizándolo como una referencia.
En cualquier caso este año volveré, creo que su auténtica grandeza es que sus participantes lo han construido entre todos. Hemos logrado hacerlo grande sencillamente asistiendo, por más que muchos no se hayan enterado o no se hayan querido enterar. Feliz 22, Viña Rock.